Capítulo 26

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Capítulo 26: Editado/Corregido.

Leo
—¡Por favor necesito saber quienes iban en ese maldito avión!
—¡Ya le he dicho que no puedo dar esa información! Lo siento...
Bufe y salí de ahí, no quería seguir discutiendo aunque esta casi seguro de que Irene iba en ese avión y ahora la había perdido.
Llegue a su casa y entre a su habitación por la guerra del balcón, me tumbe en su cama y gire mi cabeza para poder apadar la lámpara que estaba en su mesita de luz pero en ves de eso vi su anillo, frunci el ceño y me sente en la cama. Tome el añollo y el papel que estaba debajo de el.
Guardé el anillo y desdoble el papel para leerlo.
¡Díos! Había sido tan idiota, si tan sólo hubiese llegado antes nada de esto estaría pasando, la tendría a mí lado y no estaría sufriendo como ahora.
Guarde la nota junto al anillo y apague la luz de la lámpara. Me acosté en la cama de nuevo abrazando una de las almohadas que tenía su perfume impregnado.
Nunca debí alejarme de ella.
***
—¿Leo? — Escuché un susurro cerca de mí. ¡Era ella! Podría reconocer su voz entre miles de personas.
Abrí los ojos y la vi parada frente a mí, con su cabello algo despeinado y sus ojos mieles que ahora me parecian mucho mas hermosos.
Me levanté lo más rápido que pude de la cama y la abracé con todas mis fuerzas, hundí mi rostro en el hueco de su cuello, inhalando su delicioso aroma, el mismo que me volvía loco.
—No me dejes. —Susurre.
—Nunca, amor —La separe de mi para mirarla a los ojos y confirmar que esto no era un sueño.
—No sabes lo que sentí al pensar que te habías ido en ese avión —Pegue nuestras frentes —Nunca te vayas, o por lo menos no te vayas sin mi.
La besé con intensidad, nesecitaba tenerla entre mis brazos, llenarla de besos, sentir su piel contra la mia. La necesitaba tanto...
Metí mis manos por debajo de su blusa, acariciando su cintura y poco a poco fui subiendo su blusa hasta sacársela por completo, ella hizo lo mismo con mi remera y acaricio mi abdomen desnudo causando que miles de corriente eléctricas recorrieran mi cuerpo causando uno que otro pequeño gemido. Era increíble lo que sólo ella podía causarle con tan sólo caricias.
La cargue con cuidado y la reviste en la cama sin dejar de besarla.
Nos fuimos deshaciendo de nuestras prendas entre miles de besos y caricias, disfrutando uno del otro.
—Ma.rc.ame —Dijo entre gemidos, esa idea me volvía loco, mis colmillos salieron, con vida propia ya no tenia el control de mi cuerpo y el poco que me quedaba lo perdí ante esa única palabra.
Me acerqué a su cuello en donde deje un pequeño beso y enterré mis colmillos, escuche como mi Ire soltó un quejido y luego escuche sus gemidos de placer, seque mis colmillos y lami en donde ahora yacía mi marca. Volví a besarla y ella nos volteó a ambo quedando ahora encima mío, sus ojos habían cambiado a un amarillo brillante y me besó con tanta pasión que casi me deja sin aliento. Luego sus besos bajaron hasta mi cuello y se detuvieron en un punto en específico. Sus colmillos crecieron y los enterró justo en ese punto, me queje por el dolor pero luego este desapareció dando paso al placer. Sacó sus colmillos de mi cuello tu luego al igual que yo lamio la herida.
—Mío —Susurro haciendo que mi piel se erizara, volvió a besarme y luego se acostó a un lado mío.
Sus ojos habían vuelto a su color natural, apoyo su cabeza en mi pecho y entrelazo nuestras piernas.
—Mía.  — Acaricie su cabello y deje un beso en su frente.
—Tuya —Sonreí y la abrace mas a mi, dormí con una gran sonrisa, sabiendo que la mujer que amo esta a mi lado y que me pertenecía tanto como yo a ella.
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4 capítulos para el final

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