Capítulo 19

3.2K 249 3
                                    

Capítulo 19: Editado/Corregido.

La boda sería en un mes, es algo pronto pero tanto Leo como yo estábamos muy emocionados por dar este paso en nuestras vidas. Sin embargo yo todavía me sentía mal por por no decirle lo que soy, pero tenía miedo, no queria que se fuera y se llevará una gran parte de mi corazón haciendo me un gran daño, tenia miedo a que me dejara de amar por el simple hecho de ser lo que soy, de ser su enemiga por naturaleza aunque lo único que puedo sentir por el es amor, un amor tan puro y verdadero como ningún otro. Esto era tan injusto, él tubo el valor de decirme que era un vampiro temiendo que yo me fuera de su lado y yo aún no encontraba el valor de decirle que era una mujer lobo.
—¿En que piensas amor? — Pregunto Leo rodeandi mi cintura con sus brazos
—En cuanto te amo. —onteste, pude sentir como sonreía, me dí media vuelta para poder ver sus hermosos ojos azules, esos ojos que me hacían perder en un mundo en donde sólo existiamos él y yo.
—Promete que jamas, jamas en toda tu vida me dejaras o dejaras de amarme —Susurre mirando directo a sus ojos y el frunció el ceño confundido.
—¿Porque dices eso?
—Solo prometemelo. —Me aferre más a él y besé su mejilla.
—Te lo juro amor, no seria capaz de dejar de amarte ni siquiera un segundo, lo eres todo para mi, no podría dejarte jamas porque si te dejo seria como dejar mi corazón y sin mi corazón simplemente dejaría de vivir, tu eres mi corazón —Dijo seguro de cada palabra, lo abrace tan fuerte como pude sintiendo como una pequeña lágrima bajaba por mi mejilla.
—Irene, ¿Que pasa? ¿Porqué estas así? —Pude sentir su preocupación pero yo sólo negue con la cabeza.
—Nada, no pasa nada es sólo que estoy algo sentimental —Le sonreí para tratar de verme más convincente, él sólo asintió no muy seguro y cambió de tema cosa que agradecí porque ya no queria mentirle.
—Solo faltan treinta días para que nos casemos es por eso que quería que supieras mi pasado, no quiero que entre nosotros haya secretos, así que si después de saberlo decides ya no casarte conmigo lo entenderé — Me miró serio pero sentí la tristeza y el miedo pasar por su cuerpo lo que me hizo sentir peor, él quería compartir su vida pasada conmigo y yo no podía decirle la verdad.
Asenti con la cabeza y él soltó un suspiro.
—Leo, si no estas seguro de esto esta bien, no me importa tu pasado solo me importa el presente donde estamos los dos juntos y el futuro.
—Si quiero, es solo que corro un gran riesgo de perderte y...
—Nunca me perderás, soy completamente tuya, mi corazón te pertenece.
—Y yo soy tuyo y al igual que tu corazón me pertenece el mio te pertenece a ti, no sabes cuanto te amo y es por eso que quiero contarte lo que fui mucho antes de ti.— Suspire y asenti con la cabeza.
—Mi padre era vampiro al igual que mi madre por lo que yo nací siendo vampiro. Antes había un hombre que ponía las leyes de los vampiros el me nombro guardián a mis dieciséis años me obligo a un entrenamiento y así me convirtió en el vampiro mas fuerte del mundo, me enseñó a no tener sentimientos por las demás personas y si era necesario a matar sin piedad. Un día le pedí la noche libre y me fui a un bar. Unos cazadores se enteraron que yo no estaba cuidando el templo y lo atacaron matando a nuestro líder. Por una parte me senti librado era un vampiro libre de cualquier responsabilidad y podía hacer lo que yo quisiera pero por otro lado había fallado en el único trabajo que me habían asignado. Algunos  vampiros me dieron caza por no haber cuidado de su líder, me culpaban de su muerte. Logré escapar de ellos y unos años después conocí a Elisabeth, ella era rebelde y faltaba a casi todas nuestras leyes, incluida la más importante; no beber sangre humana y luego yo también lo hice, tome una vida inocente pero no me arrepentí porque en ese momento la sangre humana me había llenado como nunca lo hizo la sangre animal y me hizo sentir mas poderoso, me encanto esa sensación y que perdí el control. Empecé a atacar a más gente inocente alimentado me de ellas, en ese tiempo no tenia corazón, no me importaba nada que no fuera yo mismo. Elisabeth era igual a mi y entre los dos tomábamos vidas inocentes, me gusto y tuvimos una pequeña aventura, luego dieron conmigo me encerraron por casi doscientos años, hasta que decidieron hacer un trato conmigo, yo les ayudaba a ganar una guerra y ellos me daban mi libertad. Cuando ganamos ellos me dieron algo de dinero y me dejaron ir, otra vez era un vampiro libre. Los años fueron pasando y algunos vampiros me contrataban para ayudarles a ganar algunas guerras y otros simplemente para que elimine a personas de su camino, así fue como llegue a ti —Me miro por un segundo cómo esperando alguna reacción pero esa última parte sólo me había confundido.
—¿A que te refieres?
—Me contrataron para matar a tu padre, él hizo una apuesta por una gran suma de dinero con un vampiro y cuando perdió no le dio el dinero prometido. Cuando me contrataron me ordenaron acercarme a ti para averiguar en donde se encontraba tu padre.
—Pero no lo mataste... —Leo sólo negó con la cabeza.
—¿Me hubieras perdonado si lo hubiera hecho?
—Hubieras acabado con el hombre que destruyó mi vida, no creo que me hubiera importado —Lo abracé y hundi mi cabeza en su pecho.
—Él nunca volvera a tocarte mientras yo viva, te lo prometo.

Mi mate un vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora