Capítulo 18

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Capítulo 18: Editado/Corregido.

Tres meses después.
Ya habíamos salido de vacaciones, Clau se fue a visitar a otras manadas para buscar a su mate, mientras que nosotros nos quedamos aquí.
A Esme ya se le notaba su pancita y Aaron buscaba un departamento para que ambos vivieran juntos.
—¿Irene, me estás escuchando? —Voltee a ver a Esme, ella me miraba con el ceño fruncido y con una hoja en la mano.
—No, lo siento ¿Que decías?
—Que te parece ¿Roberto? Así se llamba mi abuelo — Negue con la cabeza y ella se dejó caer en la cama.
—Entonces dime algunos nombres.
—Lucas, Esteban, Ian, Isaac —Los enumere con mis dedos mientras se lo iba diciendo. —¿Por que no le preguntas a Aaron?
—Él se fue a ver lo del departamento... Pero me gusta Esteban.
—Aún no estoy segura de que te vallas a vivir sola con él, Esme —Ella suspiro pero no dijo nada, ya había discutido sobre esto y dejamos de hablarnos por una semana.
—Lo sé —Se levantó de mi cama y volvió a su habitación. Supongo que fue lo mejor, yo tampoco quería volver a pelear con ella.
Me quedé sentada en la cama sin hacer nada hasta que decidí ir al bosque. Me levanté y tome un bolso en donde puse ropa para cambiarme
Salí de la casa y tome mi auto para dirigirme al bosque.
***
Narrador Externo.
En cuanto Irene llegó a bosque y salió de auto, tomo su forma lobuna y corrió por todo el bosque esquivando árboles y arbustos que se encontraban a su paso. Se sentía libre, y el viento golpeando su cara la hacia sentirse poderosa como si nadie nunca pudiese alcanzarla, sinsaber que aún tenía enemigos que la miraban desde las sombras.
Iker justo a sus dos hermanos veían a la loba que alguna vez los había vencido, ellos tenían la orden de no atacar, así que por ahora Irene estaba a salvo. Sin embargo ellos llevaban la información a su alfa quien los escuchaba atentamente y esperaba el momento de ir a atacarla.
Pero ellos no eran su único enemigo también estaba el hombre al que alguna vez llamo padre, aunque el de encontraba lejos aún planeaba ir a visitarla para vengarce de la humillación que sintió cuando Leo lo golpeó.
Unas horas después Irene volvió a donde había dejado su auto, se cambió y volvió a casa.
Allí Leo la esperaba impaciente, le tenía una sorpresa que lo hacía sentir nervioso.
En cuanto Ire llegó, él rápidamente fue a saludarla con un beso.
—¿En donde estabas? —Le pregunto suavemente.
—Fui a dar una vuelta —Leo le sonrió y volvió a besarla.
—Te tengo una sorpresa, ve a cambiarte yo te espero aquí. —Irene pudo notar su nerviosismo y su emoción pero decidió no preguntar nada y subir a su habitación.
Buscó en su armario un vestido casual. Sólo tenía tres vestidos los cuales está vez usaba, ella prefería los jeans.
Tomó un vestido azul rey, corto hasta un poco más arriba de las rodillas y con escote en forma de corazón, sin tirantes. Los combinó con unas sandalias de plataforma y dejo la ropa encima de la cama. Se metió al baño y salió luego de unos quince minutos, se vistió y maquillo, luego dejó su cabello suelto. Y bajó para encontrarse con Leo quien caminaba nervioso por toda la sala.
P.D.V de Irene.
—¿Leo? — Lo llamé, él volteo a verme y una sonrisa de dormí en sus labios.
—Estas hermosa —Me ayudo a bajar los últimos escalones y besó mi mejilla izquierda. De su bolsillo saco un pañuelo negro. —Te voy a vendar los ojos — Yo sólo asenti, confiaba demasiado en él como para negarme.
Me puso de espaldas a él y paso delicadamente la tela por mi ojos haciendo un pequeño nudo en la parte de atrás de mi cabeza. Me tomó de la mano y me guío hasta afura de la casa y de ahí me ayudo a subir a un auto.
—¿Éste es mi auto? —Pregunte cuando escuché que el ya había subido en la parte del piloto, lo escuché reír y luego cuando dijo que no.
—Es uno de mis autos. El tuyo es más rápido.
—Está modificado, por eso lo uso para mis carreras. —Trate de tranquilizarme durante el viaje pero la curiosisdad se apoderan de mí.
—¿A donde vamos?
—Él lugar ya lo conoces —frunci el ceño.
—Y entonces ¿Por que es la venda?
—Shhh, no arruines la sorpresa. — Asenti y me acomode mejor en el asiento para dormir unos minutos.
—¿Ire? —Sentí unos leves movimientos y abrí lentamente los ojos. —Ya llegamos, linda.
Asenti y con su ayuda baje del auto, él me hizo sentar en una silla y lentamente me quito la venda. En frente de mi había una mesa adornada con un mantel rojo y unas velas encendidas y dos platos con comida Italiana.
—¿Te gusta? —Leo se sentó en frente de mi.
—¿Por esto estabas gran nervioso? Es hermoso
—Esto es sólo una parte de la sorpresa.
Me sonrió y ambos comimos en silencio, minutos después él se levantó de su lugar, caminó hacia mi y me ofreció su mano, la tome y ambos caminamos unos día cuantos pasos lejos de la mesa.
—¿Que pasa?
—Sólo presta atención —Dijo mirando hacia al cielo, hice lo mismo y de repente aparecieron fuegos artificiales de muchos colores entre ellos apareció un signo de pregunta y varias letras formando la palabra:
¿Quieres casarte conmigo? Mi corazón dio un salto de felicidad y una pequeña lágrima se me escapó, voltee a ver a Leo, él estaba arrodillado y tenía una pequeña cajita roja entre sus manos dejando ver un hermoso anillo de oro blanco con una piedra en forma de corazón de color azul.
Sé que esto es algo rapido, sólo llevamos casi un año de novios pero te juro que en todo esté tiempo me llegue a enamorar profundamente de ti y estoy muy seguro de que no ya podría vivir sin ti, me encanta todo de ti y aceptas compartir toda tu vida conmigo como mi esposa te prometo que nunca voy a fallarte y que siempre te protegere. —A esta altura yo ya estaba llorando de felicidad y con mis manos limpie mis lágrimas.
—Si, si quiero casarme contigo. — Él me puso el anillo y luego me alzó en el aire dando vueltas conmigo.
—Te amo tanto — Me dijo y luego unió nuestros labios en un beso lleno de amor.
—Yo más, amor.

Mi mate un vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora