Han pasado varios días angustiantes desde que Theo, Dhrent, Zane y yo decidimos partir en búsqueda de Aaron y Alec.
Sabíamos que en el Centro Zyrom no había sitio para esconderse, pero aún así fuimos a revisar cada rincón de nuevo, con ayuda del mapa que me encontré en su momento.
Bendito mapa.
Todo el centro ha quedado reducido a meros escombros.
Y se me encoge el corazón solo de pensar que hay varios que no han logrado salir... Dom, Nora, Erika... Me pregunto cómo debe de sentirse su familia al saber que el resto de hijos vuelven con sus padres, pero no los suyos.
En el centro del pueblo, algunos ciudadanos han decidido honrar a todos esos niños que no podrán volver a casa, haciendo una especie de estatua.
En el instituto, los pupitres vacíos de Nora, Dom y Erika ahora son altares improvisados, adornados con flores y notas de compañeros que aún no son capaces de sopesar su ausencia.
Pero por desgracia, nada de eso les traerá de vuelta.
Los días siguen pasando, convirtiéndose en una cadena de amaneceres. El cansancio cada vez pesa más, pero no estoy dispuesta a rendirme. No ahora.
No después de todo.
Pasamos la noche en diferentes moteles de carretera que vamos encontrando en el camino.
Theo se encarga de revisar mensajes y llamadas, noticias, esperando alguna pista que nos lleve a Aaron y Alec.
Dhrent se pasa horas estudiando mapas del pueblo, trazando rutas y marcando posibles escondites. De vez en cuando, intenta contactar a través del dispositivo con mi madre, pero tampoco da señal.
¿Qué habrá sido de ella?
La incertidumbre me aplasta el pecho de una manera que no soy capaz de soportar.
Zane, por su parte, es el que nos dirige a todos. Intenta mantener el ánimo de todos arriba, a pesar que de él, seguramente sea el más afectado.
Vuelve a caer la noche y nos vemos obligados a pasar la noche en un motel de mala muerte, pero tampoco necesitamos nada más para pasar la noche.
Zane y yo compartimos habitación, mientras que Theo y Dhrent comparten otra.
—Todavía se me hace raro —comenta Zane, dejándose caer sobre la cama. Ésta cruje al sentir su peso.
—¿El qué?
—Respirar —dice, mirándome—. Es cómo que el aire fuera de ese centro es mucho más... puro.
—Lo es —respondo, acercándome a la ventana y mirando hacia el cielo, que está lleno de estrellas.
Zane se une a mí y ambos nos quedamos en silencio.
—¿Crees que alguna vez podremos dejar todo esto atrás? —pregunta, su voz es solo apenas un susurro.
—No lo sé —admito.
—Me gustaría arrancarme todo este último año de la cabeza —dice—. Pero hay cosas que prefiero recordar.
Le miro, alzando una ceja.
—¿Cómo qué? ¿Las veces que Aaron te ha torturado? —replico dándole un ligero toque de humor.
—No. La vez que me besaste.
Y me deja callada.
—Eso también forma parte del último año de mi vida, y si tengo que mantener todos los malos recuerdos para también quedarme con ese... No me importa.
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El club de los 15 © #PGP2024
Misterio / SuspensoEn el enigmático Centro Zyrom, las puertas se abren para recibir a quienes buscan refugio, pero extrañamente, pocos desean abandonarlo. Nellie Moon es una de las pocas personas junto al misterioso ''Club de los 15'' que se dan cuenta de que tanta...