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🎸⋆⭒˚。

Maratón 3/3 súper tarde

ESTO ESTABA MUY MAL demasiado mal, desde aquel beso de año nuevo nos encariñamos muchísimo más

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ESTO ESTABA MUY MAL demasiado mal, desde aquel beso de año nuevo nos encariñamos muchísimo más. Mi corazón siempre se destruida en miles de pedazos cuando me encerraba en el baño a llorar porque me estaba acostumbrando mucho a él.

Cuando claramente lo tengo que soltar dentro de 1 mes.

Normalmente nos veíamos siempre en su casa, para almorzar. Ya que cuando yo salía de la universidad, él salía de entrenar así que almorzábamos juntos en su casa.

Se había vuelto una tradición, una estúpida tradición que extrañaría un montón. Y lo viernes por la noche nos reuníamos en mi casa a ver pelis o hacer pijamada.

Connor estaba saliendo con mi amiga Madi, así que prácticamente ya no tengo tiempo para ella, ya que el gemelo Noon se la roba todo mi tiempo.

Robin y Blair. Unos locos enamorados que están organizando viajar juntos, y eso que llevan 3 meses de novios.

Y yo aquí que me ilusiono cada día al despertar al lado de Brady, para saber que en el entreno se veía con Rose.

Lo sabía porque era de lo que siempre hablaba en nuestros almuerzos juntos.

La prensa está calmada por suerte y Evan también, hace mucho no sé nada de él. Y eso me asusta porque pienso que va a aparecer como si nada a volver a hacer sus mierdas.

Y con mi peor suerte hoy volvían los partidos de Voley, así que hoy tenia que ver al equipo de Evan.

Sabía que tenía que estar alerta cuando ellos competían, tras varias anécdotas no buenas.

— ¡¿No viste mi bolso?! — un Brady todo apurado entro a su habitación moviendo todos lo que se enfrentaba en su camino.

Yo me froté mis ojos y me levante de su cama, mis pies al tocar el suelo helado, dio una energía por todo mi cuerpo.

— Brady lo estoy viendo enfrente mío — dije con obviedad señalando su bolso, estaba literalmente enfrente de nuestras narices.

Este lo tomo y se acercó a mi dejando un cálido beso en mi frente.

— Gracias princesa— dijo antes de salir de su habitación.

El ya estaba llegando tarde, por eso salió apurado y como yo recién estaba despertándome de mi humilde siesta de pocas horas, acordamos que él fuera con su auto y yo en el mío cuando empezara el partido. Ya que a él lo situaban más temprano para entrar en calor y todas esas cosas de su deporte.

El juego del corazón | Brady Noon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora