CRONICAS NEFILIM: DESPERTAR

Capitulo 1: El club medianoche (EDITADO)

                                                                

NO HAY ANGEL QUE NO PUEDA SEDUCIR A UN DEMONIO Y NO HAY DEMONIO QUE NO PUEDA ENAMORARSE DE UN ANGEL

                                                                         

                                                                                LAUREL

 

No se cual es el problema – me dice Scott en tanto agregaba – apenas si lo saque esta tarde del taller, por lo que debería andar sin ningún problema.

Tal vez se quedo sin combustible – agregue  en un vano intento por ver arrancar su viejo auto.

Imposible – contesto este revisando el motor que se encontraba enfrente de él - regresa y mira el reloj, dice que el tanque está prácticamente lleno.

De inmediato me movi  y poniendo mis ojos en el supuesto reloj me di cuenta que  tenia razón, ya que el mismo indicaba que el tanque estaba prácticamente completo. Por lo que enseguida baje del auto y poniéndome a un costado suyo le dije – me parece que no tenemos más opción que llamar a alguien.

Scott enseguida comprendió mi idea por lo que tomando de mala gana el celular que estaba en su bolsillo, se alejo unos pasos de mi e hizo la llamada. Segundos después regreso y poniendo una expresión de real frustración me soltó – el estará aquí en uno veinte minutos junto con una grúa para poder remolcar a BOB.

Yo me quede mirándolo por unos segundos cuando de repente le pregunte – que más te dijo aparte de que traería la grúa?

Al escuchar mi pregunta Scott tomo una profunda respiración y apoyándose en el capot de su viejo auto me contesto – también me dijo que era un total irresponsable y que si él fuera yo, ya hubiese quemado a BOB.

Aunque sabia cuanto Gabriel quería a su pequeño hermano menor a veces me molestaba como le hablaba y lo trataba, desde que los padres de ambos murieron en un accidente de auto Gabriel se ha ocupado de Scott. Y aunque estaba más que agradecido por ello con él, también me enojaba cuando lo trataba mal.

Pero Scott lejos de pensar en esto, solo se quedo mirando las estrellas en tanto añadia – sabes estoy más que seguro que Ally se enojara con nosotros por este pequeño retraso.

Al ver esto enseguida lo imite y de inmediato me recoste a un costado suyo, al ver esto Scott sin perder tiempo y casi automaticamente  apoyo su cabeza en mi hombro mientras yo le contestaba – en eso tienes razón, pero recuerda que se trata de Ally por lo tanto  una vez nos vea dentro del dichoso club de seguro se le pasara.

Notando que Scott no me respondía solo puse mi mirada en él y fue cuando me di cuenta que tenía los ojos cerrados, a lo que una vez mas imitandolo hice lo mismo que el. Sabía como era este juego, ya que Scott y yo lo jugábamos muy a menudo.

En el mismo debíamos cerrar nuestros ojos mientras no concentrábamos únicamente en los sonidos que había, Scott me decía que de esta forma podíamos sentir las cosas de una perceptiva diferentes. Pero a diferencia de él a mí me gustaba este juego porque disfrutaba el silencio alado suyo.

Para mi Scott no era únicamente mi mejor amigo, sino que también era esa persona que lograba transmitirme diferentes cosas. Por ejemplo tranquilidad, serenidad y sobre todo la confianza que no podía tener alado de otras personas.