Capitulo 11 La teoría del ying y el yang (EDITADO)

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La vida es como el ying y el yang, en todo lo bueno hay algo malo y en todo lo malo siempre hay algo bueno


                                                            Allyson



Cuidado – grite despertando en tanto me daba cuenta de que no estaba en mi habitación.

Por lo que viendo algunas fotos de Scott a un costado mío recordé de repente en donde me encontraba, esta era la habitación del hermano de hermano el cual no era muy alegre que digamos. Por lo que a excepción de un par de fotos de Scott y algunas de sus padres, el resto del cuarto se encontraba impecablemente acomodado.

Notando todo esto rápido me puse a pensar en Gabriel, era verdad que casi no nos dirigíamos palabra alguna cuando estábamos técnicamente juntos. Sin embargo con todo lo sucedido anoche me di cuenta la paz y tranquilidad que el podia transmitir.

Cuando esos extraños sujetos nos atacaron la noche anterior realmente estaba asustada, es mas gracias a todo lo que vi apenas si pude dormir un par de horas sin tener pesadillas las cuales me despertaban a cada momento. Por lo que viendo agradecida como el sol aparecíaen el horizonte, supe de inmediato que me pasarian dos cosas, la primera es que estaba mas que  agradecida de que amaneciera y la segunda es que de seguro que no podría dormir bien en las noches que vendrian.

Dándome cuenta de esto rápidamente busque mi bolso y una vez que lo localice, instantáneamente lo abrí sacando de adentro mi celular. Para mi suerte mama no me había llamado o mandado mensaje alguno, por lo que tomando un profundo suspiro me levante para quedarme quieta en tanto terminaba de ver cómo salía el sol completamente.

Todavía no podía quitar de mi cabeza todo lo sucedido anoche, incluso tenía en mi mente las imagenes frescas de los extraños rostros que esos hombres tenian. Los mismo poseían horribles cicatrices en toda su cara y ambos portaban una raras dagas de color negro, las cuales usaron para intentar lastimarnos tanto a mí como a Laurel.

Y hubieran logrado lastimarnos si no fuese por la aparición de Daemon el cual prácticamente nos rescato.

Por una parte estaba agradecida con el por eso, pero por el otro lado todavía me preguntaba que hacia él en ese preciso instante ahí. Ya que me daba la extraña sensación de que él no estaba en ese lugar por pura casualidad, como él le había contado a esos horribles sujetos.

Es más algo dentro de mi me daba la rara impresión de que nos estaba vigilando, pero no pude comprobar mi teoría ya que ni bien aparecieron tanto Gabriel como Scott el rubio prácticamente desapareció del lugar.

Sin embargo eso no era lo único que llamo mi atención, también estaba el tema de cómo esos sujetos se evaporaron totalmente delante mío. Sabía que no estaba loca al recordar esto, puesto que Laurel había visto todo esto al igual que yo.

No obstante comprendía que si le decía esto a alguien lo más seguro es que me tomaría como una especie de gran loca, puesto que no tenía ninguna prueba de ello. Así que cuando Gabriel me pregunto que había sucedido, yo simplemente le mentí.

Le dije que unos hombres intentaron robarnos y si no hubiese sido por la ayuda de Daemon lo más seguro es que lo hubiesen conseguido.

Tratando de sacar todo este tema de mi cabeza mire de reojo el pequeño reloj que Gabriel tenia a un costado de su cama y el cual se encontraba alado de una lámpara, note enseguida de que eran casi las seis de la mañana por lo que tome un profundo suspiro en tanto decidí bajar a tomar un vaso con agua.

CRONICAS NEFILIM: DESPERTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora