"Atravesando el Velo de Magia: Un Viaje a las Tierras de Xadia"

CAPITULO17 "Entre la Unión y la Incertidumbre"

Rayla, alzando la vista al cielo nocturno, divisó la luna brillante y llena. En su resplandor, vio el rostro de Callum reflejado, como si el brillo plateado le susurrara palabras de consuelo y amor. Hipnotizada por la imagen celestial, se giró hacia él, encontrando sus ojos llenos de la misma emoción que ella sentía.

Rayla: "Mira, Callum... La luna parece... parece que estuviera contigo".

Callum, con una sonrisa suave, miró hacia arriba y luego a Rayla, sintiendo la misma conexión que ella.

Callum: "Es como si el universo estuviera recordándonos que siempre estamos juntos, incluso cuando las cosas se ponen difíciles".

Rayla, sintiendo la gravedad del momento, se acercó a Callum y le tomó suavemente del brazo. Con un susurro apenas audible, le habló al oído, dejando que sus palabras se perdieran en la calma de la noche.

Rayla: "Callum... tal vez esta sea nuestra última noche juntos. Quiero... quiero recordarla, aunque... aunque todo termine mañana".

Callum, sintiendo un escalofrío recorrer su espina dorsal ante la solemnidad de las palabras de Rayla, asintió con gravedad y comprensión.

Callum: "Lo sé, Rayla. Y yo... yo también quiero que esta noche sea especial.

Tomados de la mano, Rayla guió a Callum a través de los pasillos del palacio, cada paso resonando con el peso de la incertidumbre y la urgencia. Mientras avanzaban en silencio, el brillo de la luna llenaba el pasillo, proyectando sombras danzantes a su alrededor.

Al llegar a una habitación apartada, Rayla abrió la puerta y condujo a Callum hacia adentro. La habitación estaba iluminada por la luz de la luna, creando un ambiente cálido y acogedor. Rayla cerró la puerta detrás de ellos, sumiendo la habitación en una tranquila intimidad.

Rayla y Callum se encontraron mirándose fijamente, compartiendo un momento de conexión silenciosa que trascendía las palabras. En ese instante, el mundo exterior desapareció, dejándolos a solas con sus pensamientos y emociones entrelazadas.

Rayla, sintiendo el latido acelerado de su corazón, se acercó más a Callum, su mirada llena de deseo y amor. Con delicadeza, llevó su mano al cuello de Callum, atrayéndolo hacia ella con suavidad. Sus labios se encontraron en un beso ardiente, una expresión de todo lo que habían guardado en sus corazones durante tanto tiempo.

Rayla: "Te necesito, Callum. Esta noche... esta ultima noche, quiero que nuestros corazones sean uno solo".

Callum, sintiendo el calor de su cuerpo contra el suyo, respondió con un susurro lleno de anhelo.

Callum: "Y yo a ti, Rayla. Siempre".

Guiados por el fuego de su deseo compartido, Rayla y Callum se dejaron llevar por el momento, sus caricias transformándose en un baile de amor y pasión. Lentamente, se dirigieron hacia la cama, donde se entregaron el uno al otro con una intensidad que solo podía provenir del amor más profundo.

Entre besos apasionados y suaves susurros de amor, se perdieron en el éxtasis del momento, entregándose completamente el uno al otro. Sus cuerpos se fundieron en un abrazo íntimo, como la luna abraza al sol en el firmamento, uniéndose en una danza celestial de amor y deseo.

En esa noche eterna de amor y unión, Rayla y Callum descubrieron la verdadera profundidad de su conexión, sellando su amor con cada beso y cada caricia. En el resplandor de la luna, encontraron la promesa de un futuro juntos, donde su amor brillaría como una luz eterna en la oscuridad.

Cada caricia, cada beso, era un tributo al amor que habían guardado en lo más profundo de sus corazones, un amor que ahora fluía libremente entre ellos.