Lluvia de meteoritos.

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Keyder no para de suspirar, la idea de ser expulsado lo está atormentado.

— ¿Qué te pasa?— la castaña juega con su celular mientras ve al ansioso de su novio

— Por tu maldita culpa voy a ser expulsado, eso pasó.

— Hey, no es mi culpa. Solo fue una broma.

— Él es capaz de decir que fuimos nosotros— muerde su pulgar molesto— estaremos muertos, Fiore

Lo toma del rostro para besarlo logrando distraerlo de sus preocupaciones— No te preocupes por eso, amor. Solo tenemos que ir a su casa y pegar las fotos restantes. De seguro sus padres lo matarán— sonríe encantada por la idea

El moreno la aparta de él— No se donde vive

— ¡¿Qué?! ¿Dónde se supone que se veía?

— En un hotel, no iba a ir a la suya ¿Qué iban a pensar si me iba con él? Lo esperaba ahí.

— Eres un estupido, ahora estamos jodidos. No podemos amenazarlo fuera de la escuela ahora.

Keyder tapa su cara con las manos frustrado— Carajo... te dije que no usaras esa foto...

— ¡Era la foto perfecta! 

El chico suspira— Pensemos más tarde. Me duele la cabeza.

— No me culpes por todo, tú tenías esa imagen desde antes que yo la viera— cruza los brazos molesta

— Te dije que ya.

Ambos voltean.

Los demás chicos volvieron del mercado con aperitivos— Traje snacks de queso y picantes— dice Chelsea mientras come una galleta de chocolate

— Después de pegar tanta mierda quiero descansar en el suelo— la pelirroja se agacha en el suelo, uno de los amigos de Keyder le extiende un cigarrillo, esta acepta para luego ser encendido con el mechero de su bolsillo

— ¿Qué hora es?— Pregunta Chelsea

— Son las 6:14 pm. Ya casi inicia la noche— contesta Ramona

— Vámonos ya o será más tarde— Manda Fiore y los demás la siguen

Dalan se alista con sus mejores ropas, peina su cabello quedando igual, pero diferente para sus ojos

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Dalan se alista con sus mejores ropas, peina su cabello quedando igual, pero diferente para sus ojos. Limpia sus lentes con un trapo de ropa y se pone la bufanda que más le gusta. Sale de casa con un aire tranquilizador al no ver a sus padres en su entorno. Abre la puerta y lo primero que ve afuera es al chico de piel pálida fumando mientras mira el paisaje desde el balcón. El atardecer nunca fue más hermoso para Dalan de lo que se transforma al lado de Aiden.

El pelinegro se percata de su presencia y sonríe ante la persona que está viendo— ¿Te hice esperar?

— El tiempo no es algo que perturbe mi paz a tu lado.

Como destruirte la vida. ©[EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora