𝑺𝒐𝒎𝒐𝒔 𝑪𝒐𝒎𝒐 𝑳𝒂𝒔 𝑬𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔✔️

Capítulo. 22

Habían pasado 2 días desde lo sucedido,  Amanda me interrogó de manera amenazante de qué estábamos haciendo Irene y yo, le dije lo que sucedió y no me creyó, así que fue a decirle a mi mamá y la manipule para que no le dijera nada.

Además, ¿Qué me iba a decir mi mamá? Ya soy grande, solo no quería un escándalo por nada.

Ella aceptó y le di los 20 dólares que le prometí y se fue de shopping.

Mi madre hacía el desayuno mientras esperábamos a Irene, era un sábado, ¿Porqué no invitarla a pasar la mañana en casa de su novio favorito?

Hace 2 días, esa mañana en donde Amanda nos vio jugando, Irene salió de la casa lo más rápido posible por la vergüenza.

Desde ese entonces, solo hemos hablado por las noches en llamadas hasta el amanecer, o así las llamamos, ya que siempre que hablamos sale el sol y colgamos.

Ayudaba a mi mamá a preparar un pudin de manzana para las tartaletas que hacía mi madre, las hacía con un cariño y el olor que salía del horno era exquisito.

Eran las 10 de la mañana exactamente, Irene tenía que llegar en 20 minutos para que desayunara con nosotros, si es que no lo había hecho.

Mi madre mete al horno las tartaletas y dice que ya todo estaba listo, que no necesitaba más ayuda.

Al decirme eso, subo a mi habitación y agarro mi celular para hablar con Irene, al agarrarlo, ella ya me había escrito.

Irene♡:  Holaaaaaa.

Irene♡: Buenos díassssss.

Irene♡: Bobo, a que hora era que tenía que llegar a tú casa?

Yo: Holasssss.

Yo: Buenos días Linda iguallll.

Yo: A las 10:20

Yo: ¿Cómo se te olvidó tan rápido?

Irene♡: Entonces ya estoy lista.

Irene♡: Porqué yo soy así, olvidadiza.

Irene♡: ¿Algún problema?

Yo: Tranquila, no hay ninguno.

Yo: Solo que me pareció raro, lo hablamos ayer en la noche.

Irene♡: Que te parezca raro, no significa que no pase.

Yo: Bueno, perdón entonces, no te molestes.

Irene♡: No estoy molesta.

Irene♡: Solo te explico.

Yo: Como diga la jefa.

Irene♡: Detesto que me digas así.

Yo: Y yo amo decirte así.

Irene♡: (Stiker molesto)

Miro la hora y ya no debería de tardar en llegar, apago el teléfono y veo las fotos que nos sacamos en la cena, son mis favoritas.

Mi estrella...

La miro con cariño y sonrío para mi mismo, el viento mueve mi pelo y me fijo que las ventanas estaban abiertas, me quedo mirando los árboles del jardín que daban paso a las montañas y el sol, cierro los ojos por el resplandor y escucho esa risa melodiosa, otra vez esa visión.