Este capitulo es una semana después del capítulo anterior, que lo disfruten.
La mansión de mare estaba casi desolada, las pertenecias de Ariadne estaban ya empaquetadas y siendo trasladadas al palacio del principe, lo último que quedaba eran las pertenecias del ex cardenal Simon de mare, quien seguiria habitando la mansión hasta finales del mes (un aproximado de 2 semanas) hasta mudarse a su nueva residencia en el campo.
–Eso es todo, Alteza.- dijo un guardia al terminar de cargar el equipaje en un carruaje repleto.
–Muy bien, llévenlo al palacio del príncipe de inmediato.- ordenó Ariadne.
–Si su alteza.-Dijo el guardia antes de retirarse.
–Avancen.-Ordeno el guardia al conductor del caruaje.
El carruaje partió de la mansión, dirigiéndose hacia el palacio en un suave trotar de los caballos.
–Estas lista Ari?-Pregunto Alfonso quien acababa de llegar a escena.
-Si, nada más quiero despedirme de mi padre que se encuentra adentro.
–Esta bien, aquí te espero.
Ariadne se dió la vuelta y entro por la puerta de casa, y se dirigió al estudio de su padre.
–Padre??- Pregunto Ariadne mientras abría la puerta.
–Si? Respondió el cardenal mientras cerraba el libro que estaba leyendo.–¿Que ocurre?
–Vengo a despedirme, Alfonso me está esperando en el caruaje para partir a su palacio.
El ex cardenal se puso de pie y se acercó a su hija, en el estudio, Ariadne y el ex cardenal se encontrban frente a frente. El ambiente estaba tenso, cargado con la incómoda sensación de dos personas que no tenían tanto tiempo de conocerse realmente, luego de años de distancia emocional.
–Bueno, padre, parece que este es el momento.- Comenzo Ariadne un tanto incomoda.
–Sí, hija, así parece. Espero que tu nueva vida en el palacio sea lo que esperas.
Ariadne asintio, sin saber muy bien qué decir. A pesar de que en los últimos meses an estado conociendose y construyendo una relación padre e hija, todavía siente una brecha entre ellos.
–Estoy segura de que será interesante, al menos. -Respondio Ariadne.
–Sí, bueno... No olvides visitarme de vez en cuando. Y... si necesitas algo, puedes visitarme aquí o en la casa en el campo.- Menciono el ex cardenal.
Ariadne se sorprendio un poco por la oferta de su padre, aún no estaba acostumbrada a tener pláticas de este tipo con su padre, normalmente eran pláticas superficiales, pero asientio con una sonrisa sincera.
–Gracias, padre. Lo tendré en cuenta.
Y... cuídate mucho durante el embarazo, ¿de acuerdo? Eres muy importante para mí.- Indico el ex cardenal.
Ariadne se conmovio por las palabras de su padre, sintiendo una chispa de conexión entre ellos.
–Lo haré, padre. Gracias.
–Bueno, ve entonces. Tu carruaje está esperando.
Ariadne se despide con un breve abrazo, sintiendo la extrañeza de esta nueva dinámica entre ellos. Mientras cruza el umbral hacia su nuevo hogar en el palacio, no puede evitar preguntarse si alguna vez lograrán construir una relación genuina como padre e hija.
***
El caruaje se detuvo a la entrada del palacio del principe, dónde los esperaban unos criados de Alfonso.
Adelante del caruaje donde iban Ariadne y Alfonso, se encontraban dos caruajes, el primero estaba cargado con el equipaje de Ariadne, y en el segundo venían los sirvientes más cercanos a Ariadne como Giuseppe y Sancha.Alfonso bajo primero y ayudo a Ariadne a bajar del caruaje.
–Bienvenidos sus altezas.- Saludaron los criados.
Una criada, que se veía unos años mayor que la mayoría se acercó a ellos.
–Ariadne, ella es la señora Alicia, es la jefa de criadas del palacio, estara encargada de ayudarte a instalarte.
–Bienvenida Princesa.- Saludo la señora Alicia.
En lo que los caballeros bajaban el equipaje, Alfonso dirigió a Ariadne a su habitación para enseñársela, de camino le dió un tour rápido por el palacio.
–Y está es nuestra habitación.- Dijo Alfonso mientras abría una puerta hecha con madera oscura.
Ariadne ingreso a la habitación detrás de Alfonso y la observo. Había una gran cama con sábanas azules, con una mesita de noche a cada lado, un tocador color blanco con un pequeño tsburete wue convidaba con ls cama, un librero lleno de libros y una mesita acompañada de dos sillones , todos los muebles parecían nuevos.
–Ordene que todos los muebles fueran cambiados por unos nuevos, y eso no es todo, también pedí que te hicieran un estudio cerca de mi oficina.
–Gracias Alfonso, pero no era necesario que hicieras todo eso.- Dijo Ariadne incrédula por lo que había hecho Alfonso.
Gracias por leer hasta el final del capitulo 💫
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Lo que en otra vida no paso
FanfictionDespués de que Ariadne y Alfonso se casaran, Ariadne quedó embarazada poco tiempo después, pero al no tener asegurado el trono, su nueva familia corre peligro si Césare volvía a revelarse como en su primera vida. Por lo tanto, Ariadne y Alfonso debe...