I: El mar

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(Mar Egeo, 610 a.C)

Un pitido interminable le obliga a abrir los ojos, todos siguen durmiendo,y desearía hacer lo mismo, estaban en un barco griego,llevaban dos o tres días ahí, veinte hombres de su pueblo y otros quince de otro pueblo se amontonaban en aquella habitación que probablemente sería la despensa del barco.

El olor a madera húmeda que al principio había sido insoportable,había desaparecido en su nariz acostumbrada,el olor a mar fugazmente se colaba,pero muy fugazmente.

Su amigo de la infancia, Yamal,su querido Yamal, se había encargado con sus conocimientos de sanación a volver a traerme de vuelta tras la paliza recibida por los griegos.

Si se concentraba mucho en recordar que había pasado podía oír los gritos de su madre,los gritos en griego que no entendía pero que al mismo tiempo entendía, pero sus recuerdos se volvían borrosos cuando trataba de ir más allá,las preguntas bailaban en su cabeza,demasiadas como para concentrarse solo en una,pero una predominaba sus pensamientos y su tiempo  ¿Que había pasado con mi madre? No podía recordar, y eso lo mataba.

—Ya veo que te has despertado—Arzawa podía reconocer esa voz hasta en la más terrible inconsciencia, Arzawa se gira y abraza a Yamal.

Ellos se habían criado juntos,como hermanos, Arzawa cierra los ojos en lo que dura el beso en su mejilla,—No podía dormir—se escusa Arzawa,Yamal sonríe gentilmente, y le abraza por detrás.

Yamal siempre había sido muy protector con él,algo que no le molestaba en absoluto, gracias a eso había evitado a los abusones de la calle.

—Deberías tratar de dormir—réplica amablemente Yamal —No sabemos cuándo volveremos a estar en paz—Yamal reflexionó en voz baja,con intención de que Arzawa no le oyera, pero con el silencio del barco la voz de Yamal hizo eco los oídos de él.

Arzawa siento un golpe en el corazón porque sabía que era verdad,los estaban llevando como botín de guerra,y seguramente acabarían como esclavos o en finales peores, —Tratare de dormir ahora—Arzawa termina cediendo,aún sabiendo que si cerraba los ojos solo veía esos cadáveres siendo sepultados por la lluvia feroz.

Quiso pregúntale sobre su madre,pero las palabras se le quedaron atoradas en las cuerdas vocales,en el fondo no estaba preparado para saberlo.

—Ven—Yamal recuesta a Arzawa encima de él,los brazos fuertes de Yamal le rodean,en un abrazo tan cálido como una manta,Arzawa tenía su cabeza en el pecho de Yamal, donde los latidos de su corazón era la música que acompañaba el miedo de Arzawa.

Cerró los ojos tratando de aferrarse a un momento feliz de su vida,pensó en la vez que había ido al mar por primera vez,recordaba el olor,el contacto con las mareas y la sensación de adrenalina que sentía cada vez que una ola lo alcanzaba,ahora también estaba en el mar,sin embargo,ese mar estaba lleno de incertidumbre,de miedo.

Su último pensamiento antes de sumirse en un profundo sueño fue en recuerdo de su madre y el bromeando instantes antes de la intrusión de los griegos, deseando poder retroceder en el tiempo.

Un golpe brusco le levanta al instante,los soldados habían entrado a la sala,gritan agresivamente sus palabras en griego,Arzawa finge entender y solo asiente y mira el suelo,los griegos gritan cada vez más fuerte como si alguien les estuviera contradiciendo,pero nadie habla,demasiado atemorizados como para si quiera levantar la mirada.

Arzawa se fija en el sonido de las palabras griegas y como estas se deslizan en la lengua del soldado,las palabras parecen que se cuelgan en la lengua del soldado,y si no fuera por la situación probablemente le parecería hasta bonito.

Pero  cuando veía a aquel hombre solo veía a su madre luchando,la sangre del soldado y los muertos de su pueblo que habían sido sus profesores,amigos y compañeros de trabajo, el soldado finalmente se marcha, todos quedan en silencio.

ARZAWADonde viven las historias. Descúbrelo ahora