V: El festín

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(Atenas, 613 a.C)

—El señor Megacles te manda llamar — interrumpe la conversación Pleusicles, Alcides mira gracioso el ceño fruncido de Arzawa.

—Luego seguimos — se disculpa ante Alcides,el cual solo responde dando un sorbo al agua,ya estaba más que acostumbrado a que Megacles llamará a Arzawa.

Pleusicles camina,como siempre cinco pasos por delante,pero Arzawa ya no está molesto por ello,ya no necesitaba observar a Pleusicles,pues después de los años que llevaba,se conocía bien los recorridos,Pleusicles abre la puerta tras golpearla dos veces,Megacles se encuentra con una sonrisa.

—Pasad ambos — anima a Pleusicles a entrar,cuando los antolis están dentro de la estancia, Megacles se toma la libertad de volver a recostarse sobre el kline,— Hoy quiero que me acompañe a las termas Arzawa.

La boca de Pleusicles se abre ligeramente,sorprendido,estupefacto — Pero señor…

— Pleusicles,no te estaba pidiendo opinión,solo te estoy avisando,ya puedes marcharte.—  le corta antes de que pueda siquiera hablar, Arzawa mira de reojo a Pleusicles,este tiene los puños apretados,la mandíbula en tensión al igual que su cuerpo, su mirada inyectada en odio,en dolor. Pleusicles retira la mirada de Megacles,pero esta recae sobre Arzawa,este mira el suelo inmediatamente al recibir la mirada asesina de Pleusicles, al salir golpea su hombro.

Al quedarse solos,Megacles le tiende un revuelto de túnicas,— Vamos,no perdamos el tiempo—  le invita a salir,Megacles camina cinco pasos por delante,como siempre Arzawa cinco pasos por detrás.

Todos sabían ahí que era Pleusicles el que acompañaba a Megacles a las termas,era parte de su trabajo como el esclavo más importante o con más poder,por eso no pasó nada inadvertido que fuera Arzawa quien caminara detrás del señor.

Acribillado a murmullos irrespetuosos,y miradas burlonas,Arzawa a pesar del tiempo no se acostumbraba a la sociedad griega,con tantas normas y leyes secretas que todos conocían, y que a él a veces se le escapaba.

El sol de verano les riega,creando una atmósfera cálida,el bullicio de la ciudad hace una melodía que acompaña su trayecto.

— Señor,debería ser Pleusicles el que este aqui,no yo—  declara en voz alta una vez que han dejado atrás a casa

— Me apetecía hablar contigo,fuera de la casa,pero si te molesta,esta será la última vez.

Arzawa asiente,sentía que estaba traicionando a Pleusicles,al robarle su puesto,pero no iba a decir eso en voz alta.

— Arzawa—  le llama haciendo que deje de mirar el suelo,— camina a mi lado.

Arzawa alza la vista,observa como todos los esclavos caminan por detrás del señor,mostrando quién ocupa cada posición.
— Nadie más lo hace—  excusa no haber obedecido la orden.

— ¿Desde cuándo te importa eso?

— Desde nunca—  dice recuperando su confianza,acelera su paso hasta llegar a Megacles,ganando más de una mirada por parte de otros esclavos.

— ¿Que haremos en las termas,señor?

— ¿Qué edad tienes,Arzawa?

— Diecinueve,señor.

— Yo tengo veintiuno Arzawa,no me llames señor por favor.

Arzawa oculta una sonrisa tímida,— Supongo que después de robar uvas juntos tres primaveras,debería haber empezado a tutear— bromea Arzawa,con ese humor tan característico de él,provocando una sonora risa en Megacles,que hace que más de uno levante su mirada hacia ellos.

ARZAWADonde viven las historias. Descúbrelo ahora