XIV: Traidor

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(Atenas 620 a. C)

Megacles estaba seguro de tres cosas en su vida; Era un Alcmeonida, amaba a Arzawa y era griego.
El resto,le parecía simplemente efímero.

Nunca le habían gustado las cosas complicadas,el gobierno podía serlo a veces,pero él amaba estar ahí,amaba ser importante,el poder y legislar.

Su vida era sencilla,sólo tenía que seguir su deber,andar en buenas compañías,casarse con una buena esposa,tener buenos hijos,y hacer buenas leyes,ser un griego honorífico y abrir paso a sus descendientes,para llevar el apellido con orgullo y honores,ese era su único propósito.

O lo era,hasta que conoció a aquel moreno de mirada rebelde,que hablaba un idioma extraño,no miraba el suelo y respondía con odio.
Supo que su vida fácil acababa de ser condenada al caos cuando lo vio comer uvas y lo primero que pensó fue lo hermoso que se veía con la luz de la luna bañandolo.

Hacía años de esa noche,y muchas cosas habían cambiado,no solo en su vida,también en el gobierno,pero lo único que no había cambiado,era su amor al moreno.
Y ahora ese amor peligraba, por culpa de su insensatez.

Megacles caminaba con la cabeza alta,como su padre le había enseñado “Un Alcmeonida nunca mira abajo”, Arzawa caminaba por detrás de él, el griego deseaba preguntarle de quién se trataba,quién era el hombre o esclavo que les estaba chantajeando,y porque lo conocía.

Quería preguntarle,exigirle respuestas,zarandear al culpable,arrancarle la lengua al culpable de su nerviosismo, para que nunca hablara,quería…

Quería besar a Arzawa,abrazarlo, ser vulnerable,confesarle que tenía miedo,que él nunca había tenido miedo, pero para su desgracia era un Alcmeonida y los Alcmeonida no eran débiles,eran líderes,eran fuertes, y él debía ser fuerte.

La luz de la luna los guiaba hacia el punto de encuentro con el extraño chantajista,Arzawa se había mostrado tranquilo,Megacles para su desgracia no podía contagiarse de aquella paz, no paraba de arañar la tela del pequeño saco donde residían las monedas de oro,que le habían costado su honor y poder.

Llegaron pronto, Arzawa se sentó en el suelo arqueando su espalda dolorida del trabajo,Megacles solo le observó en silencio, ninguno decía nada,temiendo decir algo incorrecto, Arzawa nunca había sido chantajeado,era su primera vez,y estaba claro que no quería repetir la experiencia.

Aunque intentaba fingir estar relajado no podía,¿Y si no era quien él creía y no podía convencerle de su silencio? o peor, ¿si era quien creía,porque había hecho eso?

Las preguntas empezaron a carcomer su estómago hasta que una sombra se hizo visible.
Arzawa se levantó y achino la vista,lo vio, alumbrado por el pequeño candelabro que tenía en una de sus manos.

Era él.

Corrió hacia él abalanzándose en sus brazos,este al principio se sorprendió de su presencia pero le devolvió el abrazo.
Megacles mantuvo su postura frunciendo el ceño molesto ante tanto afecto, al acercarse Megacles pudo observar bajo la luz de la luna y del candelabro el rostro de su chantajista. Era el amigo de Arzawa,¿Yamal?

Arzawa fue hacia Megacles sonriéndole,Megacles no le devolvió el gesto—Aquí tienes tu oro— fue directo al grano mostrando el saco de oro,Yamal lo inspecciono lleno de furia.

Arzawa mordió la punta de su lengua
—¿Por qué haces esto Yamal?—pregunto casi en un susurro.
Yamal parecía que en cualquier momento sacaría un puñal y se lo clavaría a Megacles,suavizo su mirada ante su amigo.

Dio unos pasos hacia él respirando hondo,—Cuando estábamos en el banquete,en el jardín de mi señor,vi que te besaba— le explico en lituanio,Megacles arrugó su frente, Arzawa enrojece de vergüenza,—No te preocupes,se que no podías defenderte,ni evitarlo ¡El muy cerdo te estaba agarrando de las mejillas!— Yamal quería golpear al señor griego que había quedado desplazado de la conversación,—Se que no me dijiste nada por vergüenza,pero no te preocupes,con este castigo no volverá a hacer nada,sino dire lo que se y se terminó gobernar— afirmó sonriendo orgulloso de su plan.
Arzawa sonrió incrédulo—Yamal,no es lo que piensas— este frunció el ceño invitando a hablar,—Le bese porque le quiero— confesó en voz baja,aunque solo Yamal podía entenderlo.

Yamal miró a Megacles,luego a Arzawa,Megacles y nuevamente Arzawa—Por los dioses…—susurró, mirándolo de una forma en la que nunca había sido mirado.

Arzawa dejó de sonreír,se sentía pequeño e intimidado,no sabía porqué de la reacción de su amigo. —¡Maldita sea Arzawa!— empezó a sentir la mirada juzgadora recorrer su cuerpo,—¡Los griegos destrozaron nuestra vida y tu besándote con uno!— le culpa gritando.

Megacles no sabía de qué hablaban,pero Arzawa estaba atemorizado con las palabras de Yamal que se clavan cuchillos,Megacles tomó la mano de Arzawa y lo acercó a su cuerpo instintivamente buscando protegerlo, aquel gesto afectuoso no pasó inadvertido para el chantajista.

—Él no hizo nada— se defendió apenado ante Yamal.

Este nego irónico—Eres un traidor, está claro que no guardas nada de respeto por la memoria de tu madre—  la puñalada atravesó su corazón hiriendo de gravedad.

Ahogó un grito ante aquella afirmación,ante aquel odio,—¡Retira eso!— exclamó sintiendo su voz quebrarse.

Yamal le sostuvo la mirada,—¿Vas a seguir con él?— tuerce su rostro en una mueca de asco.

Arzawa noto las caricias en su mano,que llevaban un tiempo presente,pero que hasta ese instante no notaba—Lo amo—respondió,pues aquello respondía todo.

Yamal da unos pasos hacia Arzawa,Megacles entonces interfirió el camino,con semblante amenazante
—Entonces no hay nada más que decir— arranca de las manos el saco de las monedas de oro,sostiene lleno de furia hiriente la mirada de Megacles,para luego darse la vuelta y caminar.

—¡Yamal! Somos amigos desde siempre,eres como mi hermano— exclama soltándose de la mano de Megacles para correr hacia él.

Yamal se detiene,pero no se gira—Por los dioses ten piedad de mí,¿No es acaso el humano el ser más débil? ¿Acaso elegimos de quien es nuestro corazón?— Arzawa estaba rogando por Yamal, por muy orgulloso que fuera.

Yaml se dio la vuelta,con la mirada brillante de lágrimas creciendo en sus ojos marrones,—¿Nunca te has enamorado de quien no debías?— su voz tambaleaba,la luna los observaba,Megacles estaba desorientado.
Pero en ese momento eran solo ellos dos,como el algún momento fueron.

La pregunta quedó esparcida en el murmullo de la noche,Yamal mantuvo la mirada intensa sobre Arzawa,queriendo gritarle con su mirada,lo que su voz no decía—Si—terminó susurrando.

Arzawa alzó la mano con intención de acariciar la mejilla de Yamal,como siempre hacía,este aparto su rostro,rechazando el roce con Arzawa.

Mordió su labio inferior sintiéndose dolido ante el rechazo,—No puedes controlar de quien te enamoras,pero pudiste nunca haberlo tocado— su voz salió tajante,sin admitir más discusión. —Adiós Arzawa— Yamal volvió a girarse,para no volver a mirar hacia atrás.

Era un adiós para siempre,acababa de perder un trozo de su corazón,y lo estaba viendo alejarse,desapareciendo de su vista,difuminando con la noche.

El estaba estático,no sabia que hacer,no sabia que pensar,las lágrimas estaban reaccionando por él,empapando la mano de Megacles,que en algún momento se había acercado a él,y le retiraba las lágrimas con cariño.

Durante el camino Megacles no preguntó nada,y si antes del encuentro tenía curiosidad ahora estaba muerto por saberlo todo,pero no podía preguntar nada, Arzawa parecía que le habían arrancado el corazón.

Megacles estaba preocupado por él,su mirada estaba perdida,sus lágrimas no dejaban de caer,y rehuía su roce,como si le quemara la piel.

Cuando llegaron a la casa Arzawa se fue directo a su cama,la oscuridad del pánico lo acecharon,y volvió a tener pesadillas.
Hacía tiempo que no tenía,pero parecía que las palabras de Yamla habían caído hondo dentro de él.

En su pesadilla su madre con ojos ensangrentados lo señalaba “Tú me has matado” ”Tú eres el culpable”.

No pudo dormir en toda la noche,la culpabilidad lo agonizaba,Yamal lo había llamado traidor,y realmente se sentía como uno,¿Estaba traicionando a su madre por estar enamorado de un griego? ¿Traicionaba a los miles de masacrados de su pueblo por estar enamorado?

No sabia que hacer,antes cuando tenía una pesadilla,iba al lecho de Megacles y dormía entre besos y caricias.
¿Pero cómo iba a correr a sus brazos,si era su amor lo que estaba provocando la herida en su corazón?

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N/A: Uy uy uy, a mí me da que Yamal está enfadado por otra cosa....

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