[mini] namgi au

XVI

— ¿Y se acuerda, señora, que le dije que a Yoongi le encanta la arquitectura? —pregunté alzando mis cejas— Pues nada más decir que éramos novios me hizo prometerle que lo llevaría a Barcelona a ver la Sagrada Familia. —rodé mis ojos fingiendo molestia y le quité importancia con la mano— Vivimos momentos increíbles a partir de ahí, decidimos que cuando pasarán unos años iríamos a vivir juntos. Salíamos mucho más que antes y nos quedábamos a dormir con el otro casi todas las noches. Todo fue precioso, celebrábamos Navidad juntos, ya que nuestras familias se llevaban bien pues aprovechamos. Hacíamos viajes juntos los dos solos por nuestra cuenta y Yoongi adoptó a un perrito que ahora es nuestro hijo, de los dos. Se llama Holly, es muy lindo.

— Tuvieron una historia de amor de película.

— Si —dije orgulloso— Pero no todo fue bonito —la cara de la mujer cambió a una con un gesto de preocupación— Cuando pasaron dos años, y Yoongi ya tenía veinte, hicieron un viaje él y sus padres de unas semanas, en las cuales hablamos todos los días y nos contábamos, con fotos y todo, lo que hacíamos a cada momento. Pues ya venían a la vuelta, regresaban de noche y yo estaba hablando con Yoongi, como raro. Pero era muy tarde y yo estaba en mi cama con la luz apagada, así que mis ojos tendían a cerrarse hasta que me quedé dormido. —un nudo se formó en mi garganta, noté como el aire pasaba con más dificultad hasta mis pulmones y mis manos se quedaban frías— Me levanté a las siete de la mañana por una llamada entrante, era un número que no conocía de nada y respondí medio adormilado. —desvié la mirada hacia otro sitio, evitando ver a la mujer— Me levanté recibiendo la noticia de que Yoongi y sus papás habían tenido un accidente. Un camión les había chocado por la parte trasera del coche y el que peor había escapado era Yoongi, que iba en los asientos de atrás. —mi voz se notaba ahora más áspera y mi sonrisa se había esfumado por completo— Salí corriendo de mi casa mientras le iba enviando un mensaje de voz a mis padres explicándoles lo que había pasado, para que no se preocupasen al no verme en casa por la mañana. Había salido de casa en pijama y con zapatillas, mientras iba al hospital apenas conseguía ver porque mi vista estaba nublada debido a mis lágrimas. Llegué a las siete y veinte de la mañana y estuve esperando en la sala de espera hasta las tres de la tarde. Me salté las clases, me salté las comidas, me lo salté todo porque yo quería estar en el momento en el que dijeran algo sobre mi Yoongi. A las tres de la tarde me llamaron y me dejaron pasar a la habitación para encontrarme con un Yoongi en coma. —mi voz se rompió y sonó débil, tosí para aclarar mi garganta y suspiré tomando profundamente aire para continuar— Estuvo tres semanas en coma y las tres semanas me estuve quedando en el hospital. Algunas noches me quedaba en la habitación con él y otras noches dormía en las sillas de los pasillos porque sus padres también querían quedarse con él y solo permitían a uno en la habitación por las noches. No creo en Dios, ¿sabe? Pero durante esas tres semanas le pedí, a quien sea que me escuchara, que mi novio llegase a despertar, que no le pasase nada malo, que no se lo llevasen de mi lado aún, que aún era joven. Lloré todos los días y lo cuidé lo mejor que pubde, cada día le contaba cosas que pasaban en clase y siempre le repetía lo mucho que lo amaba, porque me habían dicho que el podía escucharme.

— ¿Y cuando despertó que pasó? ¿Tardó mucho en salir del hospital?

— Cuando despertó... —sonreí con amargura— Yoongi despertó a las tres semanas del coma para que nos encontrásemos de golpe con la noticia de que no iba a poder salir nunca de la cama. —miré a la señora, mis ojos reflejando las inmensas ganas de llorar que tenía— Yoongi no podría volver a caminar, ni mover sus brazos, ni siquiera su cuello. Lo único que conseguía mover eran sus párpados y labios. La noticia nos sentó a todos como un jarro de agua helada. Nos dejaron solos después de esa noticia y pude sentir el miedo en la expresión de su cara, me rompió verlo así, me dolió en el alma.