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La mujer esperó hasta que yo hubiese acabado de hablar para preguntarme su duda.

— ¿Entonces a partir de ese momento si empezaron a hablar o aún tampoco?

— Aún tampoco —dije, volviendo a hacerla reír.

Aquella señora debía estar pensando en lo bobos o tiernos que éramos, una de dos, o a lo mejor ambas.

— Le explico, ese día de la primera nota no volvimos a interactuar más. Pero al día siguiente llegué a la mesa y Yoongi tenía una pequeña nota para mí, decía que a él le gustaban mucho mis ojos. Ese día estuve leyendo la nota cada dos por tres, a todas horas. Cuando llegué a casa la coloqué en el corcho que tenía en la pared de mi habitación, junto a fotos y postales que eran importantes para mí. Seguimos así por tres meses, podía parecer tonto a nuestra edad pero yo me sentía súper feliz. Además, ya se había hecho costumbre y un día yo le daba la carta y al siguiente él a mí. Era lindo. —suspiré e hice una pausa para beber— Mire, el otro día haciendo limpieza encontré una caja de recuerdos con todas las cartas que nos intercambiamos, tanto las suyas como las mías y le hice una foto a todas para enseñárselas a mis amigos.

Busqué mi móvil en mi bolso y lo desbloqueé para meterme en la galería y así enseñarle la foto del montón de cartas que me había encontrado al organizar toda la casa.

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[mini] namgi auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora