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N/A: El que lea y no vote es Kisaki Tetta 😼


Sus ojos siempre fueron mucho para el. Parecían buscar la verdad en todas las cosas y esa tonalidad de azul no ayudaba en nada. Desde niños, Sakusa no podía mantener por mucho la mirada de Sadashi. Sentía que ella podía exponerlo en cualquier momento, que ella podía ver en las profundidades de su alma con solo verlo.


Y ese hecho le molestaba, mucho. Porque era ilógico y por más que le daba vueltas no encontraba una respuesta que le satisfaciera. Tampoco por más que intentará que no fuera así lo lograba.


Preferiría morir antes que admitir que su primer sueño húmedo fue con esos ojitos azules —y que fue ocasionado por algo tan tonto como ella cayéndose enfrente el, usando falda—. Cabe destacar que no pudo verla al rostro durante algo así como 14 días. Se sentía asqueado con el y molesto con ella. Y saber que se sentía así solo hacia aumentar su malhumor. En fin, ya luego de superar eso...


No podía ver a sus ojos mucho tiempo, desde niños fue así.


Pero ya de adultos, hacía falta ver sus ojos, pero no podía. El peso que llevaba verlos y recordar...


Era mucho.


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—"¿Sadashi? ¿Estás aquí?"— la voz de Saeko irrumpió en la habitación, mientras ella se asomaba por la puerta. Al ver una figura cerca de la ventana encendió rápido la luz para asegurarse.


—"Oh, si estás aquí." dijo adentrándose. Viendo alrededor. Venía con un botiquín en las manos. "Supuse que te habías hecho daño y te negaste a qué te revisaran, así que yo traje un botiquín... Pero creo que ya te sanaron las heridas."


Saeko sonrió al ver a Sadashi moverse incómoda en su lugar. 


—"¿Fue el cara de culo que ví saliendo?"


Cuando Sadashi conectó miradas con Saeko, fue que ella cayó en cuenta de que algo no iba bien.


—"¡Hey, ¿Que tienes?!"


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No quería aceptarlo. En realidad, ¿Quien podría aceptar algo así? Son el tipo de cosas que el ser humano, orgulloso casi de nacimiento, o vergonzoso, no admitiría ni con una pistola en la boca.


Sadashi tenía 18 años cuando se dió cuenta de ciertos comportamientos que tenía respecto a alguien en particular. Estando en la primera etapa que es llamada como "Negacion" se cegó e intento por otras vías, retarse a si misma, esos comportamientos que venían ocurriendo de un tiempo para acá. 


Las alternativas no fueron las mejores, ella lo admite.


—"Hey, ¿Me estás escuchando?"— dijo el, viéndola con el ceño fruncido.


Pero después de todo, el ser humano aprende de los errores. Sería un tonto si no lo hiciera.

Resentimiento - Sakusa Kiyoomi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora