Resentimiento - Sakusa Kiyoomi.

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N/A: me parece curioso que estando de vacaciones actualizo menos que cuando no lo estoy, pero en fin. A partir de aquí y ahora los caps serán más largos, así que lean en un lugar cómodo 💐💋.

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La señora Sakusa arrastro a Sadashi a la sala de estar y ahora se encontraban contemplando una pelea de hermanos algo tonta.

—"¡Que ya te dije, eso lo eligió Hirose!". Hablo Mai.

—"¿Y que? ¿No le podías decir que no? Es el peor centro de mesa que puede existir." expreso Kiyoomi mientras veía una foto en el teléfono que le había tendido su hermana para que viera las preparaciones de la boda. Su expresión le daba a entender a Yuki, que aunque no había visto la foto todavía, era horrendo como para tener que hacer a Kiyoomi poner esa cara.

La jóven prometida rodó los ojos, mientras extendía la mano y recibía de vuelta su teléfono.

—"Lo hice, pero el insistió. Dijo que prácticamente yo había elegido todo lo de la boda."

Kiyoomi la miró con una pregunta en la cara. Yuki se sentía extraña al presenciar el poder que tenían los hermanos mayores de Sakusa; sacaban el lado más humano de él, dejaba de ser taaaann cerrado por un momento y dejaba al descubierto a un Sakusa menos... Frío. Más expresivo, al menos, con su rostro.

Kaisen rio un poco por la cara de su hermano.

—"En lo que te cases, entenderás." le explicó relajado y entonces Sakusa fijo su mirada en el.

—"¿Y tú qué se supone que hablas? Tu y Naori no están casados." lo dijo con un tono de hastío algo ácido. Obviamente un ataque, a lo que su hermano decidió contraatacar y volvieron a discutir divertidamente entre ellos.

Hasta que una campanita sonó.

—"Ya la cena está servida." dijo la empleada doméstica desde la entrada de la sala.

—"Bien, vamos a comer mis niños." dijo la señora Sakusa poniéndose de pie mientras alentaba a sus hijos y Sadashi a seguirla.

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La cena había sido agradable. Igual de inquieta con las mini-discusiones de los hermanos Sakusa, pero sin dudas agradable, un ambiente familiar que a Sadashi le agradaba lo suficiente para pensar que era cálido. Una calmada señora Sakusa degustando su comida con calma mientras ignoraba las cosas que se decían sus hijos. Kaisen intentando saber más acerca de la vida de Sakusa y Mai intentando fastidiarle usando de base las respuestas simplonas de su hermanito menor.

Subío a su habitación designada para encerrarse en ella y soltar un suspiro. Había sido un día largo (e intuía que aún le faltaba un poco para que realmente acabará) y ella solo deseaba echarse en su cama a dormir. Se recostó en ella un momento mientras ponía su brazo sobre sus ojos y recordaba la parte de la cena en la que las cosas se pusieron incómodas para ella.

«—Sadashi-chan, ¿Dónde te quedas esta noche?.— había preguntado la señora Sakusa en un momento dado, mientras se enfocaba en ella.

Hubo un silencio en la sala, ocasionado por la repentina pregunta, desviando la atención a ella de golpe. Sintió que se iba a ahogar mientras la sangre se aglomeraba en sus mejillas. Se le había olvidado ese detalle, Dios, ¿Cómo se le pudo olvidar que su casa materna fue vendida hace algunos años?.

—¡Yo-!—

—Va a dormir aquí.

Todos voltearon a ver a Sakusa. Su madre asintió solemne.