Novio posesivo y controlador

Capítulo 23.

Narras tú:
Odiaba que mis amigas me vieran llorar por una cosa tan insignificante, y más cuando se trataba por Logan; porque todo lo relacionado a él, me lo guardaba para mí sola y sufría en silencio. Y ahora más, no quiero que las personas vean que sufro por Logan, porque me veo tan patética, seguir queriéndolo a pesar de lo que me hizo.
Pero lo amo.

- Anabelle, Leila, ya me tengo que ir, las veo luego -Dices quitándote la lágrima, luego te levantas y tomas la bolsa de la tienda de ropa-
- _____, no te vayas -Te toma del brazo Leila, Anabelle te mira con tristeza-
- Ya, les juro que estoy harta de todo esto, no quiero ser una carga para ustedes y no quiero causarles lástima con todas mis tragedias -Dices con lágrimas en los ojos, Anabelle y Leila se quedan calladas-
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Narra la escritora:
Tomaste un taxi a tu casa, no querías esperar el autobús más minutos porque estaba haciendo mucho frío, y tampoco querías que las personas te mirarán con los ojos rojos. Llegaste en menos de quince minutos a tu casa, tu madre no pudo ni saludarte porque llegaste rápidamente y subiste las escaleras sin importarte nada en absoluto. Cerraste la puerta con seguro y segundos después tu madre toca levemente.

- _____, mi niña, ¿qué sucede? -Pregunta por el otro lado de la puerta-
- Mamá, no sucede nada -Respondes desde tu cama, mientras abrazabas a uno de tus peluches-
- ¿Puedo pasar?
- No mamá, no quiero que veas lo miserable que soy, lo idiota, lo inútil y estúpida que puedo llegar a ser -Sollozas-
- Mi amor, no digas esas cosas, tú no eres nada de eso, y aunque sea tu madre, de verdad. No te digas así, por favor. Anda, abre la puerta -Pide y a duras penas te levantas de la cama y vas a quitar el seguro de la puerta, para después abrirla. Caminas nuevamente a tu cama y te acuestas, tu madre camina hacia ti y se sienta en el borde de la cama-
- Mamá, extraño a Logan como no tienes idea -Sollozas nuevamente-

Tu madre se dio cuenta del gran sufrimiento por el que estabas pasando, que a pesar de tus diecisiete años, sufriste demasiado para una chica de tu edad. Pues experimentaste cosas por las que no debiste. Acaricia tu cabello mientras te mira, eras su niña, su bebé, y te habían lastimado de la peor manera. Sobre todo la persona que considerabas el amor de tu vida.
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Narras tú:
Hoy estábamos en el día de Navidad, celebrando en casa de mi padre, estaban Elena, mis hermanos y algunos familiares muy cercanos. Además, estaba James con nosotros. Yo lo invité y aceptó, y estaba feliz de que estuviera conmigo, porque él siempre me saca una sonrisa, y me hace sentir bien cuando tengo depresión.
Mi madre no estaba, se había ido a Florida con su pareja a celebrar Navidad, y estaba feliz por ellos.

- ¿Cómo te la estás pasando, hermosa? -Pregunta James sentándose a tu lado y te entrega un vaso de chocolate caliente, le sonríes tomando el vaso-
- Bien -Te limitas a decir- ¿y tú James?
- Yo me la estoy pasando de lo mejor, tu familia es muy buena y muy unida, además de que me sacan plática y son muy amables conmigo. Pero por lo visto, tú no la estás pasando muy bien que digamos... -Te mira, se remoja los labios y te acomoda un mechón de cabello detrás de tu oreja- no has hablado mucho, tampoco comiste ni saliste a ver los fuegos artificiales con nosotros, _____, ¿qué ocurre?
- Estoy bien, no me ocurre nada -Respondes-
- _____, si es por ese idiota... -Lo interrumpes-
- Yo extraño a ese idiota -Bajas la mirada avergonzada y sale una lágrima. James suspira, conquistarte iba a ser una cosa muy difícil; pero dejando de lado eso, alejarte de esa depresión le iba a costar mucho trabajo, porque él se prometió a sí mismo, hacerte feliz y olvidar toda la mierda que te ha pasado-
- Te entiendo, yo sé que no es fácil. Pero no toda la vida sufrirás por él, debes continuar con o sin Logan. Tienes una vida por delante, debes experimentar y conocer nuevas cosas, conocer nuevas personas. _____, mírame -Pide y toma tu mentón para que lo vieras a los ojos- hay personas que están esperando por ti, muchas personas esperan por ti. Y yo soy uno de ellos... -Confiesa-

No me esperaba cierta confesión de James hacia mí, porque yo siempre lo vi como un amigo, como un hermano. Pero... ahora que me dijo esto, no sé qué decirle, no sé si darle una oportunidad. Pero si lo hago no quiero dársela ahora, estoy muy lastimada. Sé qué él no es así como Logan, y no los estoy comparando porque cada quién tiene algo especial que los diferencia de los demás.

- James... -Hablas pero te interrumpe-
- No digas nada ahora, no te estoy pidiendo que salgas conmigo ahora. Primero te tengo que hacer feliz, que olvides tu pasado para seguir con tu futuro; y de ahí, te prometo que diariamente te haré feliz, todos los días te sacaré una sonrisa y te iré conquistando, y así veremos si me das una oportunidad -Dice y sonríes quitándote una lágrima-
- Gracias por comprenderme -Dices y besas su mejilla, haciendo que sonría-

Narra la escritora:
Cuando terminaron de hablar, se unieron con tu familia a platicar de muchas cosas, recuerdos graciosos de ti, de tu hermanita cuando era una niña que apenas caminaba. Iban a dar las 12:00 am, faltaban diez minutos exactamente, y uno de tus familiares sacó más fuegos artificiales y todos salieron al patio trasero. James te tomó de la mano y fueron con los demás, viendo como prendían las luces de colores. A lo lejos se divisaban más, de otras personas que hacían lo mismo que ustedes, y el cielo se veía precioso.
...y a pesar de que James iba a esperar a que le dieras una oportunidad, vio un muérdago que estaba colgado arriba de la puerta del patio trasero, no dudo en llevarte hasta ahí y robarte un beso. Faltaban quince segundos para que dieran las 12:00.

- _____ -Dice James, llamando tu atención y volteas. Te toma de la mano y camina hasta debajo de allí, no sabías qué es lo que James quería hacer. Hasta qué mira el muérdago y luego baja la mirada hacia ti. Cuando apenas te diste cuenta, James te tomó de las mejillas, dándote un tierno beso-

Elena volteó a verlos y con el codo, le dijo a tu padre, él volteó y miró cómo James te besaba, ambos sonrieron. Después, ya casi todos estaban viendo esa tierna escena de ustedes dos. Elena se tomó la libertad de tomarles una foto.
James se separó levemente de ti, mirándote con un brillo en sus ojos, y una sonrisa de oreja a oreja. No te enojaste por su atrevimiento, pero te sorprendió dicho acto.

- Sé que hace rato dije que podía esperar a que pasara todo, para irte conquistando día a día -Se remoja los labios- pero no podía dejar pasar esta linda oportunidad. Y qué mejor que irte conquistando ya -Murmura, sientes tus mejillas arder, pero sonreíste y lo abrazaste-
- Te quiero James -Musitas-
- Yo te quiero mucho más de lo que imaginas -Te sigue el abrazo-
- Sí bueno, muchachitos; hace mucho frío y tenemos que entrar -Dice tu padre bromeando, ambos se separan- era broma, no hace mucho frío, pero quería darle un abrazo a mi hija deseándole feliz Navidad -Extiende los brazos mientras te mira. Sonríes y lo abrazas, era el mejor padre del mundo-

Luego de abrazarte, le da un abrazo paternal a James. De ahí se acerca Elena cargando a David, alado de tu hermana. Y comenzaron a repartir abrazos a todos.
James se quedó a dormir con ustedes, los demás poco a poco se iban yendo. Elena se retiró porque tenía que dormir a David, ya que había comenzado a llorar. Y se llevó también a tu hermana. Tu padre estaba hablando con James, no sabías de qué, pero no le tomaste importancia y fuiste por más chocolate caliente a la cocina.

- Mira James, yo sé que tú quieres mucho a _____, te creo y confío en ti, de que sabes cómo tratarla y hacerla feliz -Dice tu padre y James asiente-
- Sí señor, estoy muy enamorado de ella -Confiesa y se remoja los labios-
- Eso se puede notar a millones de kilómetros James -Ambos sueltan una leve risita- pero sólo te pido que la cuides, y que no la lastimes