♫ CAPÍTULO 9 ♫

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Cambio frases chingonas y reflexivas, por votos y comentarios

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Cambio frases chingonas y reflexivas, por votos y comentarios.
No sean tímidos y denme amor.

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POV
LOLA FERNÁNDEZ

¿Yo quiero esto?

Sí, claro que sí, pero... ¿Realmente soy capaz de soportar todo lo que implica después?

¿Puedo dejarme llevar por un hombre como Flower sin medir las consecuencias?

Dudo tanto...

Dudo demasiado...

La última vez que estuve en esta situación, salí tan lastimada que no deseo volver a sentir esa clase de dolor, esa experiencia solo me lleva a sospechar que esta vez será peor.

Será más fuerte, más intensa, más traumática...

... Siento una suave tela cubrir mis hombros.

Me observo sorprendida como soy tapada con mi bata, estoy por girarme cuando Flower me toma en brazos, por mero instinto me amarro a sus hombros.

Lo único que separa nuestros rostros es la visera de la gorra y sus grandes ojos chocolates que ya no están llenos de frenesí o dolor, aunque poseen una vieja tristeza.

—¿Por qué...? —empiezo confundida e inspiro con fuerza—. ¿Por qué te detuviste?

La pasión que lo inundaba hace unos momentos había desaparecido sin dejar rastro.

—Porque estás dudando sobre tener sexo conmigo —murmura con suavidad.

—Eso no puedes saberlo...

—Yo le doy toda mi atención a la mujer que tengo en mis brazos —me corta, tajante—. Y la mujer que quiera estar en mi cama tiene que desearlo desde el primer momento, no que se convenza para que lo esté.

—Yo... —Aparto la vista, sonrojada—... Yo...

Me callo sin saber qué decir.

—Tengo muy claro cómo hacerte ceder, Lola —murmura con suavidad—. Sé dónde tocarte y que decirte para conseguir que me abras las piernas, sería muy fácil porque noto como reaccionas a mí. —Busca mi mirada—. Pero tu cabeza y tu cuerpo deben de estar a la par, es así como me gustan que las mujeres se dobleguen a mi voluntad.

—¿Doblegarse? —pregunto en voz baja.

Flower sonríe malicioso.

—En mi cama mando yo —afirma con sensualidad—. No me importa quien seas, te doblegas a mis deseos, a mis necesidades y a mi voz, ¿Me entiende, su alteza?

UNO PARA DOS©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora