Capítulo 6

277 32 2
                                    

Aeri estaba teniendo un día pesado en el trabajo. Habían más clientes de lo habitual e incluso con Yuna ayudando y Chaeryeong en la caja, se les estaba complicando. Por lo general ella estaba siempre en la tienda trabajando con sus empleados, pero su madre había tenido un problema con unas compras. Se había pasado la madrugada enviando correos y haciendo llamadas, tratando de controlar un poco la situación. Su madre era un peligro cuando se trataba de hacer compras y no tenían mucho dinero para gastar en cosas inútiles.

Al mediodía ya había resuelto el problema y pudo ir por fin a la tienda a ayudar a las chicas. Era agotador, pero estaba feliz porque al final terminaba ganando dinero.

Afortunadamente, la tarde fue mucho más tranquila, no recibió ninguna llamada de su madre y solo fueron algunos clientes habituales a echar un vistazo. Aeri regresó a su oficina a seguir con sus papeleos normales.

Se encontraba actualizando la información sobre su inventario cuando escuchó a alguien entrar. Se tomó su tiempo para terminar lo que estaba haciendo y asegurarse de haberlo guardado todo bien para luego dirigirse hacia la persona desconocida.

La castaña estaba lista para enfrentar a otro estafador que intentaría venderle unas enciclopedias muy "esenciales e importantes" al doble de precio, pero, en vez de eso, escucho la voz de una mujer, una voz suave y baja que informaba de donde era. Aeri había estado tan ocupada que olvido por completo revisar su correo, por lo que se sorprendió cuando escuchó el nombre de la gran compañía que era una de sus mayores proveedores.

—Oh, por supuesto. Es un placer señorita. Soy Uchinaga Aeri— Dijo con su tono habitual de negocios. Levantándose para saludar.

Sin embargo, cuando se enfrentó a ella no pudo evitar que sus nervios aparecieran, olvidando por completo cómo debía comportarse en ese tipo de situación.

La extraña, Jimin, era probablemente una de las personas mas impresionantes que había conocido. No solo por su atractivo de modelo, con su altura y rasgos faciales perfectos, sino que también emitía un aura muy singular y encantadora.

Jimin le estaba dando una sonrisa que llegó hasta sus ojos, haciendo que estos se curvaran ligeramente formando una media luna.

Tenía los ojos más bonitos que Aeri había visto, reflejaban una calidad seductora que la hacían perderse en ellos. Al igual que su sonrisa, que hacía a Aeri marearse por el cálido resplandor que emitía.

—E—está bien, tengo tiempo— Aeri quería patearse por tartamudear delante de la otra chica, pero parece ser que pasó desapercibida.

La más baja trató de no sonrojarse, apartando los ojos para volver su atención hacía la computadora.

—No vi el correo electrónico antes, pero lo revisaré ahora— Podría haberle preguntado a Jimin porque se encontraba allí, pero le pareció más fácil concentrarse en la pantalla en vez del rostro de la mujer.

Aeri solía ser muy buena tratando con las personas, hablar con desconocidos era parte esencial de su trabajo. Era irónico que ahora se encontrara buscando excusas para no hablar directamente con la chica.

Había algo en Jimin, pero no estaba segura de lo que era exactamente, que la hacía sentirse nerviosa.

—No hay necesidad, de verdad. Solo vine a hablar sobre cómo van las cosas con los nuevos títulos— Dijo Jimin, su voz sonaba claramente mucho más segura que la de Aeri. La contraría procedió a explicar que la reunión era solo para asegurarse que la compañía estaba haciendo bien su trabajo.

Parecía una persona fácil de tratar, lo que hizo que Aeri se relajara un poco más. Asintió con la cabeza en respuesta.

—¿Quieres que te muestre los títulos que más se venden? Tenemos unos cuantos clientes jóvenes que suelen venir siempre que cambiamos el catálogo— Afortunadamente su voz sonó más informal, como suele ser comúnmente.

Intentó canalizar a su vendedora interior, para así poder tratar a la contraria como a cualquier otro cliente.

—Me encantaría. Por cierto, di una vuelta y la verdad tienes un lugar muy agradable— Jimin probablemente trataba de ser amable, pero la sinceridad en su voz hizo que Aeri sonriera inconscientemente. Su trabajo en el negocio familiar no fue su primera elección, pero aún así, la tienda se ganó una parte enorme de su corazón, por lo que se esforzó en convertirla en un mejor lugar.

Le pidió a Jimin que la siguiera mientras le explicaba sobre el tipo de público con el que lidian y qué libros se vendían mejor en el momento.

Después de un par de minutos en los que hablaron sobre trabajo, se detuvieron frente a uno de los estantes de la sección de fantasía.

—¿Y cuáles prefieres? No creo que puedas elegir con tanta variedad— preguntó Jimin en un tono ligero que sorprendió a Aeri.

—No es difícil. Me encantan los clásicos— Respondió en el mismo tono, señalando la sección de Harry Potter que tanto le gustaba.

A partir de entonces, la conversación fluyó sin problemas, Jimin le confesó su amor por el manga y en algún momento comenzaron a discutir sobre sus personajes favoritos. Y de alguna manera evolucionó a sus comidas y películas favoritas, e incluso a temas más personales como carreras y amigos.

Jimin era una buena oyente, parecía estar interesada en todo lo que Aeri tenía para decir y se emocionaba cada que encontraba algo en común.

Aeri no estaba segura si era la forma en la que la contraria hablaba con todos, o realmente habían hecho clic, sin embargo, estaba gratamente sorprendida de lo fácil que era hablar con ella. Era como si siempre hubieran estado cerca, a pesar de que apenas se conocían.

Debieron haber hablado más del tiempo que ella se imaginaba porque fueron interrumpidas por Yuna que le avisaba que su turno había acabado y que se iba a casa.

Jimin se disculpó y se retiró para contestar una llamada. Aeri no pudo evitar mirarla.

La mujer le daba la espalda, pero ella pudo ver claramente su elegante mano que sostenía el teléfono. Tenía un anillo en su dedo, no tan elegante para ser uno de bodas, pero claramente tenía un significado especial.

Aeri se sintió culpable por haberse decepcionado. Por supuesto, Jimin ya tenía a alguien, naturalmente la gente solía encontrar a su alma gemela antes de terminar la secundaria.

Jimin solo estaba siendo amable, no era la gran cosa. Ella sabía que era mejor matar sus esperanzas y prepararse para una angustia. Hace un tiempo había aceptado que ese tipo de cosas no eran para ella, y quizás eso era lo mejor.

Ningning seguía repitiendo que debía salir más y divertirse un poco, tal vez, su amiga tenía razón y estaba bajo tanto estrés que hasta las pequeñas cosas la afectaban.

Aún así, le era inevitable desear tener a alguien de esa forma. En su adolescencia, pasaba todos los días esperando a encontrar a la persona correcta, como si su alma gemela hiciera toda su vida mejor.

No obtener su marca en su cumpleaños número dieciséis fue en ese entonces, lo más desafortunado que sucedió en el año. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo y no aparecía, su esperanza se había hundido en su corazón como una roca en un lago. Ver a todos a su alrededor encontrar a su persona especial y ser felices hacía casi imposible el hecho de no amargarse. Aún así, ella hizo todo lo posible para no dejar que la afectara, teniendo en cuenta que con el mayor amor también viene el mayor dolor, su familia era el claro ejemplo de ello.

Aeri desvío su mirada de Jimin, enfocándose en las estanterías, buscando algo fuera de lugar. No era inusual que los clientes colocaran los libros al azar, en vez del lugar de donde los sacaron. Encontró "Ciudad de ceniza" en medio de la sección de terror y lo sacó para colocarlo en el lugar que correspondía.

Pero cuando intentaba colocarlo, de puntas para llegar al estante más alto, vio unas pequeñas líneas rojas en la palma de la mano que sostenía el libro. El color era tan intenso que la asustó, dejando caer el libro, casi golpeándola mientras caía. Aunque no lo hubiera notado, estaba demasiado ocupada tratando de no gritar mientras se miraba la mano.

En la palma de su mano izquierda había una marca recién adquirida. Las líneas rojas formaban un delicado dibujo de una flor de cerezo encima de un nombre escrito con una elegante tipografía.

Yu Jimin.

The mark; winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora