Capitulo 9

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LA PRESENCIA

Comenzó con un golpe de trueno, lo que asustó a los guerreros muertos y lanzó una ola de conmoción a través de la tierra. Todos miraron hacia el cielo.

Allí, flotando sobre ellos, estaba un ser plateado.

En ese momento, los Decuriones y los Sacerdotes se desplegaron, sus rostros demudados ante la presencia plateada.

El Ser Plateado descendió lentamente, sus pies aterrizando suavemente en la tierra. Una luz plateada inundó el campo de batalla, inundándolo de su poder. Ava veía al Ser Plateado como Ezequiel Oscuro, pues tanto él como los otros fueron creados por el mismo poder plateado y, además, son supranaturales y tienen una gran cantidad de poder. Así que, en su mente, la conclusión era lógica. Ava se estaba volviendo loca.

 —¡No deberías estar haciendo esto! —exclamó el ser plateado con una voz poderosa y claramente masculina.

  —Madea se está destruyendo. ¡Todos debemos trabajar juntos para proteger nuestro reino!

Ava miró al Ser Plateado, sus ojos brillando con una determinación inflexible.

 —¡De acuerdo! —dijo Ava, el rostro iluminado por una furia salvaje. —¡Lucharé por mí misma! ¡Muere, Mae de las Luces Doradas!

Ava arremetió contra Mae, con su espada plateada brillando a su lado. Pero Mae estaba lista y bloqueó el ataque de Ava con su propia espada.

La batalla entre Mae y Ava fue brutal. Su espadas brillaron en medio de la noche, moviéndose con rapidez y precisión. Pero cuando Mae se volvió hacia los Sacerdotes y los Muertos Viles, Ava aprovechó la oportunidad y lanzó un ataque fatal.

La espada plateada de Ava se clavó en el pecho de Mae.

Mae parpadeó y cayó al suelo.

El silencio se extendió sobre el campo de batalla.

Ava, jadeante, miró hacia abajo a Mae.

 —Esto es lo que obtienes por oponerte a mi. —dijo Ava, dando un paso atrás.

Luego se dio vuelta y miró al Ser Plateado.

 —¿Y tú? ¿Te unes a mí o te opones a mí?

Ava aguardó ansiosa la respuesta del Ser Plateado. Entonces, la voz se elevó desde el grupo de guerreros muertos.

 —Lo siento, Ava, pero nuestra fidelidad es a Madea. — dijo uno de los Muertos Viles.

Ava se enfadó. —¡Lo sabía! ¡les había avisado! ¡les dije que traicionarían a Ezequiel Oscuro!

Liam, el esclavo de Ava y Ezequiel, se arrastraba a través de la arena roja. El calor sofocante le quemaba la garganta, pero seguía adelante, hacia el reino de Ava. Su única misión era informarle acerca de los Poderes Estrella.

Y en el Cielo Astral, Samantha, Marco y Chase seguían luchando. La luz plateada del Cielo Astral se desintegró ante sus ojos. Samantha, Marco y Chase se quedaron en shock. Habían perdido su último camino a Madea.

 —¿Qué está pasando? —preguntó Samantha, mirando hacia arriba.

 —No lo sé. —dijo Chase —pero algo malo está sucediendo.

Samantha, Marco y Chase se volvieron hacia un rugido y un brillo en la oscuridad. Un ser voló desde el vacío y se acercó rápidamente hacia ellos.

Los Poderes Estrella se prepararon para la batalla, pero el ser plateado se detuvo y extendió su mano.

Ava: El Poder de la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora