Mariposas de Colores [Sukuna Ryomen]

14.- Paso del Tiempo

-...¿Me extrañaras?- pregunto Yujii estando sentado en los ventanales del aeropuerto, jugando con sus manos, nervioso.

-No tienes ni idea compañero.- respondió la chica a su lado, Sadashi quien solo tenia una mirada perdida -Estoy asustada.

Su mejor amigo volteo a verle y sonrió envolviendo sus brazos en ella. -Podemos hacer video llamada cuando te sientas sola.

Aquel abrazo había logrado reconfortar aunque sea un poco a la pelirroja: -El horario allá es diferente.-ambos soltaron una carcajada y se unían en un abrazo, mientras esperaban su vuelo.

3 meses después

Desde aquella conversación con Satoru quedo pensando en muchas cosas, las cuales no buscaría una respuesta, pues pensaba que no serviría para nada. En cambio, por el lado de Ryomen todo parecía contrario; no podía concentrarse en clases, ni el entrenamiento, solía estar callado y serio todo el tiempo... hasta con las chicas de su salón.

Mas de alguna trato de subir su animo y el, en mas de alguna busco olvidarla. Pero nada borraba aquel toque de sus labios, ni su cuerpo... se estaba volviendo loco... poco a poco.

-¡Piensa rápido!- escucho antes de sentir el fuerte golpe en su cabeza haciéndolo caer a la cancha.

-Mierda..- resoplo quedando sentado. -Quien fue el bastardo.- exigió enojado tomando la pelota de básquet en sus manos.

-Deberías estar mas concentrado Ryomen.- respondió Geto burlándose.

Sukuna solo hizo un gesto desagradable y lanzo la pelota al aro, anotando un punto en el entrenamiento -Estoy concentrado, idiota.

El azabache solo rodo los ojos hastiado. y se largó a los pocos minutos.

-¿No fuiste a despedirte?-Satoru estaba junto a el en la cafetería, ambos tomando un batido después del juego

-No.

-¿Y por que no?

-Que te importa.

Este quedo en silencio observándolo. Se notaba enojado, su entrecejo arrugado y bebiendo con agresividad. Satoru levanto sus cejas negando severamente.

-Eres un idiota.

-De todos modos ya se largo, preguntaste tarde.

-Digamos que ese día estabas algo... irritable- lo observo mientras el otro rascaba su cabeza frustrado. -Si hubieras ido, quizás Sadashi tenia algún motivo para volver algún día. El destino obra de muchas maneras, amigo mío

-Satoru, no por que te creas filoso, voy a hacerte caso.-le devolvió la mirada con los labios planos -Además, se fue al otro lados del mundo, se olvidara de mi como yo de ella.

-Llevas casi cuatro meses rechazando a todas.

Sukuna suspiro pesado mientras cerraba los ojos buscando calma para no darle un golpe en la cabeza, para que callara un rato.

-No se como somos amigos...

Gorbea, Región de la Araucanía, Chile...

Sentada frente a la iglesia de la plaza estaba Sadashi, con una coleta alta, gafas de sol y auriculares, tenía su cuaderno entre sus piernas y dibujaba el monumento frente a ella, una iglesia de estilo gótico. Hacía meses que habitaba ya el pueblo y no era tan malo como pensaba.

Era el pueblo natal de su madre, algo pequeño, tranquilo y acogedor, con mucha naturaleza, arboles en cada calle y un lago escondido en un bosque nativo; Aun que lo de hacer nuevos amigo era un reto cada día.