Mariposas de Colores [Sukuna Ryomen]

3...Yong-Lî, un gusto

Mmh... La clase de ciencias sociales no era la clase favorita de Sadashi, mayormente el profesor hablaba demasiado lento y se desviaba del tema principal, aún que claro, a veces Sadashi luchaba con su perezosa interior para no quedarse completamente dormida en su clase. Incluso ahora está que cierra sus ojos por el sueño.

-¡¡Sadashi!!- grito el profesor con enojó finjido, a lo que la nombrada levantó su cabeza rápidamente, con sus ojos abiertos y dejando de escribir. El profesor bajito rió. -Ven, eso pasa cuando usas los tonos de voz, Sadashi pensó que hizo algo mal y por eso la regañe.

Ella bufó pasando una mano por su cara, intentando regular su respiración.

-Estúpido profesor Levinson.- insultó por lo bajó, volviendo a tomar los apuntes necesarios.

Durante la mañana no hubo contactó con Yujii, curiosamente el estaba junto a su hermano y su grupo de amigos, también se veía rodeado de chicas al rededor de su mesa, los días Martes y jueves no tenían clases juntos, solo eran Sadashi y Megumi, Nobara no había asistido a clases por algunos asuntos personales, aún que la pelirroja sabía que iría al centro comercial por ese perfume que deseaba tanto. Fue así durante el resto del receso, solo ella y el azabache.

Mientras que Sukuna solo miraba por la ventana, los árboles y algunos pajaritos volando de sus nidos, estaba distraído durante el entrenamiento, más de una vez se le escapó el balón, no podía dejar de pensar en ella, en el aroma de frutas de su cabello, la calidez de sus manos y la cercanía de su cuerpo. Negó con la cabeza, no tenía espacio en su vida para esa tal cosa llamada amor. El albino le estaba sacando de quizio, muchas preguntas sobre la fiesta o si ya tenía pareja para el proyecto de Historia. Carajo Sukuna lo había olvidado.

-Creo que lo haré con Mei.-confesó tirando del balón, cayendo directo en la cesta

-Enserio..?- Sukuna dio un murmullo de afirmación. -Pensé que lo harías con esa chica pequeña y de cabellera roja.

-Sadashi?-Satoru afirmó, Sukuna hizo una mueca algo extraña. -Creo que ella lo hizo con el tonto de Fushiguro.

-Ni si quiera yo sé porque le tienes odio a ese chico, es buena onda.- aquel lanzamiento, cayó directo en el punto.

-Tch, es mi asunto, no te metas.- Sin más, siguieron con su entrenamiento y era mejor no hacer enojar a Sukuna, créeme, no quisieras verlo enojado.

Durante el día escolar no hubo nada interesante, no hasta la hora de almuerzo, el peli-rosa había tomando asiento en la típica mesa que compartía con sus otros tres amigos, los cuales no llegaban aún, quedo pensando en la fiesta que su hermano haría, quizás su mejor amiga se quedaría en casa mirando su típico anime favorito, quizás leyendo un libro o simplemente observando aquel gran cartón del Capitán Levi que estaba al lado de su espejo, muchas veces en la noche despertaba y observaba el cartón.

«-Oh solo es el capitán...-» era lo que decía entre balbuceos.

No mal piensen la situación, Yujii dormía en un pequeño colchón inflable cuando dormía en casa de los Kaminase.

-Valla, ya no quieres ser popular?- la voz rasposa y perezosa de su amiga le hizo volver en si.

-Pensé que estabas enojada, por eso no te hablé.- habló mirando su hamburguesa con doble queso. -Por que te fuiste sin mi esta mañana, me vine con Sukuna por cierto.

-Se me olvidó, aparte iba como cinco minutos tarde.- confesó de forma desinteresada, echada en la silla mirando sus redes sociales.

Yujii frunció el ceño:- Cuando pase por ti, faltaban quince minutos para el toque de timbre.