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Ninguno de los dos creyó que esta situación se daría de esta forma. Es decir, si, claro que estaba en sus pensamientos la idea de tener sexo con el otro. Es lo más normal.

Lo que no tenían pensado era que fuera en el celo del omega, despertando también el celo de JungKook.

Un jadeo salió de los labios del rubio al sentir la cama como chocaba con su espalda suavemente, JungKook estaba encima suyo, dejando marcas por toda la extensión de su cuello, haciéndolo deleitarse por las sensaciones.

Sus labios son suaves, sus besos son delicados pero son maravillosos, logra enviar escalofríos por todo su cuerpo, lo cual le encanta.

-JungKookie~...

-JiMinnie. -Entre jadeos, el alfa se alejó ligeramente del omega, observando su hermoso rostro sonrojado, sus ojos brillaban en un hermoso azul cielo, sus labios estaban entreabiertos y ya se asomaban una que otra gota de sudor-. Eres tan hermoso...

El omega sonrió y sus mejillas se tornaron más rojas si eso era posible. No es la primera vez que JungKook le dice esos comentarios tan lindos, siempre logra que su corazón palpite con mucha fuerza sobre su pecho.

No se resistieron más, se abrazaron y siguieron besándose, fusionando sus lenguas, su cálida saliva.

Y lo que no saben que está, su amor.

Las manos menticulosas del azabache comenzaron a acariciar el cuerpo delicado al omega, comenzando a tocar su vientre por debajo de su camisa blanca, lo cual es lo único que tiene puesto.

-N-no... -JiMin se separó del beso, deteniendo la mano de JungKook sobre su vientre-. T-tengo la cicatriz de mi cesaría... Es fea, no quiero que la veas.

El alfa negó con una pequeña sonrisa, tomando su mano suavemente, acariciándola como si fuera una pequeña nube.

-Admiro mucho tu fuerza y valentía, eres increíblemente valiente por todo lo que has pasado... - JiMin quitó suavemente su mano de ahí, JungKook pudo delinear con sus dedos la cicatriz que iba de lado a lado de la cadera del omega-. Esta cicatriz es un recordatorio de ello, y del amor tan grande que le tienes a MinJi.

Y eso había sido lo más lindo que alguien podría haberle dicho sobre su cicatriz. Simplemente JiMin sonrió y casi llorar por ello, pero negó y al mismo tiempo asintió, haciendo reír a su alfa.

-Hazme el amor, señor Jeon.

-No debes ni siquiera pedirlo.

La entrada del omega estaba húmeda, dilatada por las intromisiones que anteriormente JiMin había hecho con algunos dildos que tenía a su disposición. El olor a esa humedad llegaba a las fosas nasales de JungKook, que lo mareaban por completo y hacia que su alfa diera un paso más para liberarse por completo.

Sus dedos bajaron lentamente de su vientre hacia su entrepierna, acariciando suavemente allí, escuchando a su omega jadear. Sus ojos verdosos pararon en la cara de JiMin, el disfrute que este le hacía ver era exorbitante, lo encendía de sobremanera. Poco a poco, uno de sus dedos entró a su cavidad anal, JiMin gimió bajo al sentir como ese dedo frío entró a su interior caliente.

-No reprimas tus sonidos... Déjame escucharte, déjame hacerte explotar. -Susurró JungKook sobre los labios de su chico, dejando pequeños besos sobre el labio inferior del mismo.

Poco a poco empezó a ingresar otro dedo, moviendo los mismos de adelante hacia atrás suavemente, JiMin empieza a gemir un poco más alto. Los dedos del alfa empiezan a tocar en su punto sensible.

Entre tanto, el rubio deshace la camisa del azabache, notando su perfecto pecho y abdomen bien trabajado, sus dedos acarician su abdomen con lentitud. Si habría pensado que JungKook tendría el cuerpo bien trabajado, pero no pensó que tanto. Le fascina.
Los movimientos en su interior empezaron a aumentar, y con ellos, la poca incoherencia en su cabeza, JiMin empezaba a soltar palabras al azar, sus gemidos eran el predominante entre los sonidos.

My you 𓍢ִ໋🌷͙֒ ᰔᩚ KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora