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Cinco y media de la mañana del viernes de esa semana, JungKook se encontraba afuera de las puertas de la guardería donde llevaba a sus sobrinas. Pero esta vez, estaba discutiendo con el guardia de seguridad del lugar.

-Ya le dije, vengo a ayudar a decorar el salón primavera. -Algo agotado, el alfa bufó y miró con cansancio al hombre mayor que solo hacia su trabajo.

-Es muy temprano señor, váyase a su casa a dormirse.

Soltó un suspiro enorme, no iba a quedarse bien vestido para ese omega para que este tipo no lo deje pasar.

Que escuencle, si supiera que somos de un rango superior a él, de seguro se le agüita la cola.

El alfa de JungKook es un poco... Atrevido.

-Mire...

-Oh, señor Choi. -El azabache escuchó esa voz que tan bien reconoce incluso desde lo más lejos posible-. Es el señor JungKook, déjelo pasar. Él me va ayudar con la decoración de mi salón.

-Ah... ¿Es eso así?

-Sí.

El portón grande con decorado de jardín se abrió, dejando ver la cara agotada de JungKook hacia el vigilante, JiMin solo rió por lo bajo, muy nervioso.

-Que pena que haya pasado eso, me disculpo JungKook. -El rubio tomó la mano del alfa y lo llevó con él algo apresurado, tanto, que ni siquiera midió sus acciones y no sentía como sus mejillas de forma involuntaria se ponían rojas-. Lo necesito urgente, tengo que poner las decoraciones del techo pero ni con una silla alcanzo.

Exacto, ni un hola ni un cómo estás. JiMin de forma enseguida le trajo una silla a JungKook y lo hizo subirse, entregándole la decoración de flor que al pegarla con cinta sobre el techo, la misma caía, como si fueran pétalos que caen de un árbol muy grande.

El alfa lo hizo como si fuera cosa fácil, al rubio lo impresionó. Él no podía hacer ese tipo de cosas con sus maravillosos 1,65 de estatura.

-¿Lo necesitas en todo el techo? -Preguntó.

-¡Adivinas muuuy bien!

El azabache solo suelta un bufido y sonríe, una parte muy interna de su cuerpo se remueve al ver sonreír al omega, es como si la misma lo hiciera volver a la vida una y otra vez.

Una sensación inexplicable.

Mantuvieron así durante media hora, con JungKook colgando esas flores por cada espacio libre del techo de color azul, el omega le indicaba dónde debía poner cada una.

-¿Y MinJi? -Preguntó el alfa cuando terminó de poner la última flor, mirando a JiMin esta vez-. Creí que la traerías contigo.

-Ah, es muy temprano para despertarla a estas horas. -El rubio le tendió ahora una decoración nueva, una que JungKook no decifraba como se pone-. Mi hermano la traerá cuando sea la hora de su entrada, a las siete.

Y no importa cuántas veces lo mire y le de vuelta a ese nuevo arreglo, no le encuentra la maldita forma. A veces lo ve como un moño, después como una mariposa y por último como un simple nudo.

Es tan complicado.

-¿Y por qué no la trae su padre?

El alfa notó como la mirada de JiMin cambió casi que radicalmente, esa sonrisa bonita que tenía sobre sus labios pomposos se desapareció casi que por completo.

Preguntaste algo que no debías.

-Él... No está vivo. -Respondió después de unos segundos, alzando la mirada hacia JungKook, aquel apretaba sus labios entre sí. Definitivamente debió no decir nada-. ¿No sabes cómo poner ese? Es fácil, a ver, déjame a mi.

My you 𓍢ִ໋🌷͙֒ ᰔᩚ KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora