𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 42

887 101 9
                                    

Se abrió la puerta del despacho.

-Hola, Potter, Addams -dijo Moody-. Entren.

Los dos entraron. Vieron a  Cornelius Fudge junto al escritorio de Dumbledore, con sus habituales sombrero hongo de color verde lima y capa a rayas.

-¡Harry! -dijo Fudge jovialmente, adelantándose un poco-. ¿Cómo estás?

-Bien -mintió Harry.

-Hola... ¿Merlina?

-Melania- corrigió entrecerrando los ojos

-Melania, cierto, perdona tu nombre y el de tu hermana son muy parecidos- dijo tratando de no sonar nervioso.

-Algo

Mobius se acerca a los jóvenes, Harry le acaricia la cabeza.

-Precisamente estábamos hablando de la noche en que apareció el señor Crouch en los terrenos -explicó Fudge-. Fuiste tú quien se lo encontró, ¿verdad?- a Harry

-Sí -contestó Harry. Luego, pensando que no había razón para fingir que no había oído nada de lo dicho, añadió-: Pero no vi a Madame Maxime por allí, y no le habría sido fácil ocultarse, ¿verdad?

Con ojos risueños, Dumbledore le sonrió a espaldas de Fudge.

-Sí, bien -dijo Fudge incómodo-. Estábamos a punto de bajar a dar un pequeño paseo, Harry, Melania. Si nos perdonas... Tal vez sería mejor que volvieran a clase.

-Yo quería hablar con usted, profesor. Melania quiso acompañarme -se apresuró a decir Harry mirando a Dumbledore, quien le dirigió una mirada rápida e inquisitiva.

-Espérame aquí, Harry -le indicó-. Nuestro examen de los terrenos no se prolongará demasiado.

Draven discretamente hacia Melania.

-No confíes mucho en Moody- susurro Draven. Melania lo mira, él solo asiente y le hace señas a Mobius de que lo siga y este obedece.

Melania lo mira, por alguna razón le pidió que no confiara en él, y su instinto dice que le haga caso.

Salieron en silencio y cerraron la puerta. Al cabo de un minuto más o menos dejaron de oírse, procedentes del corredor de abajo, los secos golpes de la pata de palo de Moody. 

-Hola, Fawkes -saludó Harry.

Melania empezó a caminar alrededor de la oficina, desde segundo año no habia estado ahí, no habia cambiado nada. Mientras tanto Harry se sentó en una silla delante del escritorio de Dumbledore.

-Deberías volver a clase- dijo Harry.

-No- dijo sin verlo.

Harry sonríe un poco y mira su alrededor.

-¿Acaso estas preocupada por mi?- pregunto, sintiendo una chispa de alegría dentro de él.

Melania se detiene y voltea a verlo, ¿Acaso estaba preocupada por él?, quería decirle que si pero su oscuro orgullo se lo impedía. Decide no decir nada y seguir viendo. Harry sonríe ya que la conocía tan bien que esa es una señal, o eso quiere pensar.

-Quieres hablar con Dumbledore de tus sueños, y de tu cicatriz, ¿Verdad?- pregunto Melania. Harry la mira sorprendido-. No eh olvidado lo que nos contaste cuando atacaron los Mundiales.

-¿Y tu quieres hablarle de tus visiones?

-No pierdo nada, no debe ser una coincidencia lo que esta pasando- volteando a verlo.

Harry asiente ya que es cierto, que ella tenga visiones de su ancestro, el ataque de los mortífagos, su sueño y sobre todo lo que les dijo la profesora Trelawney el año pasado no es ninguna coincidencia.

𝐌𝐞𝐥𝐚𝐧𝐢𝐚 y el Cáliz de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora