𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 48

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Melania y Mysteria se acercaron un poco mas y miraron un momento a Barty Crouch con desagrado, no solo ellas también Dumbledore lo miraba así. Luego Mysteria alzó otra vez la varita e hizo salir de ella unas cuerdas que lo dejaron firmemente atado. 

-Yo pensaba en hacer eso- dijo Dumbledore viendo a Mysteria-, ahora, podría decirnos quien eres.

-Es una pariente distante- dijo Melania, aunque no mentía ya que es su ancestro.

Draven la mira pero decide no hacer preguntas, habia algo que se le hacia familiar en Mysteria, un aire que solo los Addams tienen. Ya habra tiempo para hacer preguntas.

-Pero ¿Cómo llego con ustedes?- pregunto Snape acercandose a ellos-, recuerdo haber visto otra aparecer con ustedes en el campo de quidditch- mira a Mysteria-, además ¿Por que usa una capucha y esconde su rostro?

-Si quisiera hacerles daño ya lo habría hecho- dijo Mysteria antes de salir del despacho.

Melania iba a ir tras de ella, pero Harry la toma del brazo, ella voltea y mira a Harry negado con la cabeza, suplicándole con la mirada de que no se fuera, ella toma su mano y se queda con él, Harry la necesitaba en esos momentos.

-Minerva, Draven- Dumbledore se acerca un poco a ella-, ¿Podrían los dos quedarse vigilándolo mientras subo con Harry y Melania?

-Desde luego -respondió ella.

-¿Que pasara con esa otra chica?, la que Addams dice que es su pariente- pregunto Snape.

-No parece una amenaza, y en parte tiene razón, si quisiera lastimar a los chicos lo hubiera hecho- dijo Dumbledore acercandose a Harry y a Melania-. Estuvo con ellos en donde el Señor Tenebroso regreso, y llego aqui antes que nosotros, tuvo dos oportunidades y el tiempo suficiente para matarlos, pero no fue así. Ahora Severus, por favor, dile a la señora Pomfrey que venga. Hay que llevar a Alastor Moody a la enfermería. Luego baja a los terrenos, busca a Cornelius Fudge y tráelo acá. Supongo que querrá oír personalmente a Crouch. Si quiere algo de mí, dile que estaré en la enfermería dentro de media hora.

Snape asintió en silencio y salió del despacho.

-Harry, Melania... -llamó Dumbledore con suavidad.

Melania ayudo a Harry a levantarse, tuvo que sostenerlo ya que él comenzó a tambalearse. El dolor de la pierna, que Harry no había notado mientras escuchaba a Crouch, acababa de regresar con toda su intensidad. También se dio cuenta de que temblaba. Dumbledore lo tomo del brazo y entre los dos lo ayudaron a salir al oscuro corredor.

-Antes que nada, quiero que vengan a mi despacho- les dijo en voz baja, mientras se encaminaban hacia el pasadizo-. Sirius nos está esperando allí.

Harry asintió con la cabeza, Melania en cambio no dijo nada. 

Desde las sombras Mysteria los veía, suspira al ver que están a salvo y toca algo en la pared en la que se abre un pasadizo, rápidamente entra antes de que se cierre.

-Profesor -murmuró-, ¿Dónde están los señores Diggory?

-Están con la profesora Sprout -dijo Dumbledore. Su voz, tan impasible durante todo el interrogatorio de Barty Crouch, tembló levemente por vez primera-. Es la jefa de la casa de Cedric, y es quien mejor lo conocía.

-¿Y Maya?- pregunto Melania.

-Con su prima y tus padres.

Llegaron ante la gárgola de piedra. Dumbledore pronunció la contraseña, se hizo a un lado, y los tres subieron por la escalera de caracol móvil hasta la puerta de roble. Dumbledore la abrió. Sirius se encontraba allí, de pie. Tenía la cara tan pálida y demacrada como cuando había escapado de Azkaban. Cruzó en dos zancadas el despacho.

𝐌𝐞𝐥𝐚𝐧𝐢𝐚 y el Cáliz de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora