El Campamento (Cameron Dallas)

Capítulo 7.

Capítulo 7.

Malditos estúpidos. Sin duda son tal para cual, uno imbécil y la otra una cualquiera.

No me puedo creer que seamos hermanas, solo de pensarlo me da asco.

Llegué al rio y busqué a las chicas con la mirada, posé mi mirada en ellas, estaban sentadas en unos bancos alejados del río.

Fui caminando lentamente hacia ellas y me senté.

-¿Qué te pasa?- preguntó Sky.

-No me pasa nada.

-Tu mal humor no dice lo mismo- opinó Lily.

Suspiré pesadamente- La verdad es que...

Les conté todo lo que había visto y cuando terminé ellas me miraron con una sonrisa.

-Conclusión: estas celosa- dijo Lily.

Abrí mi boca indignada-¿Pero que dices? ¿Te has dado un golpe en la cabeza? Por encima de mi cadáver estaré celosa por alguien como Cameron.

-Entonces explícame por que venias con ese humor- dijo Sky con una sonrisa.

-Porque... ¿cualquier persona podría haberlos visto?-pregunté con duda- Y para tu información no es una escena que hubiera elegido ver. Son repulsivos- dije con una mueca de asco.

-Claro que si amiga

(...)

-Creo que me han dado la talla equivocada-dije- esto es enorme.

Después de estar en el rio volvimos a nuestra habitación a vestirnos para jugar pero yo tenia un pequeño problema.

-Ve y prueba a que te lo cambien- sugirió Lily.

Asentí y me quité la equitación, me vestí con mi ropa normal y fui a la cabaña en la que se encontraban todos los profesores.

Toqué la puerta dos veces y a los segundos me abrieron.

-¿En qué te puedo ayudar?- preguntó uno de los profesores.

-Yo...me han dado una talla equivocada- dije mostrándole la ropa.

Hizo un gesto indicándome que entrara y me dijo que le preguntara al profesor de gimnasia.

En la cabaña solo quedaban dos o tres profesores y estos ya estaban caminando hacia el campo de baseball.

-¿Qué pasa?- preguntó alguien con voz grave.

Me giré rápidamente- Necesito otra equitación- dije mirándole.

El profesor me miró de arriba a abajo y se giró, anduvo hasta un armario y al abrirlo pude ver como sacaba otra equitación exactamente igual que la mía, solo que más pequeña.
Me la tendió y yo la cogí después de devolverle la otra.

-Tienes 5 minutos.

-Pero no me da tiempo, tengo que ir a mi habitación y...- me interrumpió.

-No, te tendrás que cambiar aquí, yo ya tengo que salir de aquí, y como puedes ver no queda nadie a parte de nosotros. Tu decides, te cambias aquí o te llevas una falta.

Hice una mueca- Si no tengo más remedio...

El profesor asintió y salió de la cabaña, yo me quedé ahí de pie y sin hacer nada hasta que reaccioné y empecé a cambiarme.

Me quité rápidamente los pantalones y me puse los de deporte, luego me quité la camiseta pero antes de terminar de vestirme alguien abrió la puerta.