Capítulo 30.

5K 294 34
                                    

Capítulo 30.

-Domingo, 10:03am-

El molesto ruido del despertador hizo que me pusiera de mal humor.

¿Por qué mierda estaba puesto un domingo?

Oh cierto, aún estoy en el campamento.

—Odio mi vida— dije demasiado alto.

—A nadie le importa— murmuró Sky.

La miré de reojo con odio.

—Idiota.

—Cállate y apaga esa cosa.

—Ahora te vas a levantar tú— le sonreí con burla. Ella me sacó su dedo y yo le saqué la lengua para después volver a dejarme caer en mi cómoda almohada.

—Es la última vez que hago noche de chicas sabiendo que no podemos levantarnos tarde al día siguiente— dije después de que Sky apagara el maldito aparato del demonio.

—Y mira que ahora son las 10:00am...

Claro, pero la noche de chicas se extendió hasta las 3:50am.

—¿Tú que piensas Lily?— preguntó la morena— ¿Lily?

Al no escuchar respuesta de la pelirroja volvimos la vista a su cama y la encontramos vacía y perfectamente hecha.

—¿Por qué se levanta temprano? Nunca entenderé a esta chica.

Skyler se encojió de hombros y se levantó de su cama para cojer su ropa y meterse en el pequeño vestidor.

Me quedé fijamente mirando el techo hasta que poco a poco se me fueron cerrando los ojos.

Si, me había dormido de nuevo.

(...)

Medio abrí los ojos al escuchar la puerta, alguien estaba tocando.

Me desperecé y estiré sin ninguna prisa, mi plan era que Skyler saliera y abriera la puerta por mi. El plan más perfecto del mundo.

—Kelsey abre la puerta— gritó Sky desde el vestidor. El plan ahora era hacerme la dormida.

Y la puerta sonó de nuevo, pero estaba cansada y no tenía ganas de levantarme.

—¿Kelsey?— esta vez salió del vestidor, algo que sabía gracias al chirrido que hacía la puerta— Genial, se ha quedado dormida...

Escuché sus pasos mientras caminaba hasta la puerta, que fué abierta pocos segundos después.

—Sky vamos al... ¿qué hace todavía durmiendo?— practicamente gritó Lily.

—No estoy durmiendo— dije levantándome.

—Entonces, ¿por qué no has abierto la puerta?

—No tenía ganas de levantarme— dije inocente.

—Maldita vaga.

Sonreí y le tiré un beso imaginario.

Fuí al armario y cojí lo primero que vi en él, no tenía ganas ni tiempo para ponerme a buscar ropa.

Me metí en el vestidor para cambirme y entonces fué cuando sonó de nuevo la puerta.

Una de las chicas abrió y escuché varias voces masculinas saludarlas.

—¿Dónde está Kels?— preguntó una voz ya conocida para mi.

—Cambiandose.

—¿Ahora?

El Campamento (Cameron Dallas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora