El Campamento (Cameron Dallas)

Capítulo 24.

Capítulo 24.

Viernes

Apenas queda una semana para el baile. 7 días en los que todos vamos a seguir corriendo de un lado a otro con los preparativos tanto del baile como de la inauguaración, ya que parte de los praparativos de esta última nos los habían encargado a nosotros. Y claro, la famosa inauguración era mañana (sábado) por la tarde, pero nosotros teníamos que estar por la mañana, bastante temprano.

Aun quedaba un poco para terminar, por no decir que estabamos el viernes por la tarde en el centro comercial terminando algunas cosas y repartiendo los puestos en los que cada uno atendería.

Estaba organizado por apellidos. Desgraciadamente estaría demasiado cerca de Brittany. Menos mal que al menos tenía a Skyler a mi lado, sino sería un aburrimiento para mi.

Lily no había tenido tanta suerte, ya que estaba sola. Solo estaba Tina, que no era para nada mala su compañía. ¿Se nota la ironía verdad? Porque la peor manera de morir es escuchando su molesta voz cuando se queja por todo. Está demostrado científicamente. Bueno eso último no, solo esta demostrado por mi, pero con eso sirve.

En cambio Max, Matt, Tony y Cameron estaban en el mismo grupo, habían tenido esa suerte.

Cameron...

Estuvo raro durante la semana que había pasado.

Y cuando digo raro, es muy raro.

No solo era como actuaba, sino lo que decía en algún momento...

—¡Kelsey!— me llamó Skyler.

Giré la cabeza en su dirección y la ví cargada de cajas.

Reí y fui a ayudarla. Cargé dos de las cuatro que llevaba y las dos fuimos a dejarla a la cocina de la cafetería donde al día siguiente tendríamos que trabajar.

El nombre de la cafetería era "Ice&Sugar" era de un tamaño normal, ni muy grande, ni muy pequeña.

Lo que me encantó de la cafetería fue la decoración. El suelo era de baldosas blancas y negras. El mostrador y la barra estaban al fondo del local. Las mesas eran cuadradas de madera oscura y las sillas del mismo color. Las mesas que habían pegadas a las paredes y las ventanas en vez de tener sillas tenían bancos también marrones y el asiento de cuero negro. Las paredes eran de tonos azul pastel muy claro y contrastaba de maravilla con toda la decoración.

Dejamos las cajas en su sitio y Sky sacó su móvil.

—Estas eran las últimas— dijo antes de concentrarse en su móvil.

Unos segundos después sonrió y tecleó algo en el.

—Estan todos en los bancos que hay allí fuera, bueno, menos Lily que le quedan 10 minutos para terminar— dijo.

—¿Vamos?— pregunté. Asintió rápidamente y volvió la vista de nuevo a su móvil al escuchar que le había llegado un nuevo mensaje.

Volvió a sonreír. Tenía una idea de con quién estaba hablando.

—¿Max?— ella levantó su mirada para mirarme— ¿estas hablando con el verdad?— pregunté mirándole de forma divertida. Se sonrojó levemente y asintió.

—¿Qué te ha dicho?— pregunté.

Entrecerró los ojos hacia mi y levantó una ceja— No te lo voy a decir.

La miré con desaprobación durante unos segundos.

—¿No me lo piensas decir?— volví a preguntar.