Capítulo 29.

4.6K 275 38
                                    

Capítulo 29.

Kelsey's POV

—Yo soy su novio.

Sentí como el pecho de Cameron vibró al decir aquello. Y no se por qué, mi cuerpo reaccionó de forma extraña al oír esas cuatro palabras.

Segundos después escuché un gruñido, que supuse sería del rubio de antes.

—Larguemonos de aquí.

Sus pasos y los de sus dos amigos resonaron durante un tiempo hasta que se alejaron de donde nos encontrabamos, ahora solos, Cameron y yo.

Sin saber que hacer me separé lentamente de él.

Al levantar mi vista me encontré con la expresión enfadada de Cameron.

—Emm... esto... gracias— eso fué lo único que pudo salir de mi boca en ese momento.

—¿Qué coño hacias aquí sola con esos tipos?— preguntó haciendo el intento de calmarse.

Fruncí el ceño.

—Jugar al parchís— dije con ironía— ¿tú qué crees imbecil?

—Deja de insultarme— me apuntó con su dedo— cuando saliste, ¿no se te ocurrió que esos tres violadores te podrían seguir?

—Pues fijate que no lo imaginé, no soy una jodida adivina— reproché.

— Deja de decir malas palabras, joder.

—No eres el más indicado para hablar— le sonreí con burla.

Achinó los ojos y se cruzó de brazos mientras se acercaba a mi.

—Siempre estas metiéndote en líos, y siempre soy yo el que te saca de ellos.

—Nadie te pide que me ayudes.

Sonrió como hace unos segundos lo había hecho yo y pasó su brazo por mi hombro para apegarme a él.

—No hace falta que nadie me lo diga— susurró en mi oido. De pronto su proximidad empezaba a incomodarme, sentía que mis manos sudaban y mi cara empezaba a arder.

—D-deja de decir t-tonterías— ¿¡por qué estaba tartamudeando!?

Él rió.

Y puedo jurar que ese sonido había sido música para mis oídos...

Espera...NO, eso no había podido cruzar por mi mente. Es imposible que esas palabras sean mias. ¿¡Qué narices me está pasando!? ¿Por qué no paro de pensar en tonterías?

—Creo que tendríamos que volver, la chica que me ha dejado entrar seguirá esperando para poder cerrar.— Me soltó y dió unos pasos

Miré su posición, había dejado caer su peso sobre un pie y en ese momento había llevado una mano a su pelo para echarlo para atras,  Dios solo esa maldita postura lo hacía ver jodidamente bien

Ay no. Eliminar pensamientos, eliminar pensamientos, joder.

Se quedó esperando a que caminara él pero al ver que no movía los pies rodó los ojos e hizo algo que ya venía siendo costumbre en él. Me subió en su hombro.

—¿Qué haces? Sueltame— grité golpeando su espalda.

—Es tu culpa, no te movías.

—Solo estaba pensando.

—¿En qué pensabas, en lo bueno que estoy?

El color se colocó en mis mejillas, si él supiera que si que había pensado eso...

El Campamento (Cameron Dallas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora