Dónde Carlos es el jefe de Charles y necesita desesperadamente un prometido falso.
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Dónde Charles está enamorado de su jefe pero no piensa prestarse para un engaño.
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¡Muchas gracias a...
Charles comenzó su día como cualquier otro, una nueva semana, cuando salió de casa eran mediados de septiembre y ahora son mediados de octubre, pasar un mes jamás fue tan difícil.
El día de hoy se sentía tenso, el no sabía por qué así que solo decidió caminar hacia la casa de Emma donde no la encontró en su cama como siempre.
Escucho un ruido en la cocina, camino hacia allí donde se sorprendió de encontrar a Emma cocinando, la mujer le regaló una dulce sonrisa.
-Hola, ¡Buenos días, Charles!- Dijo mientras ponía un plato enfrente de el.- ¿Cómo estás?
-Muy bien.- Contesto Charles un poco aturdido, esa mujer ayer no se podía levantar de la cama.-¿No debería estar descansando?
-Bueno en realidad quería pedirte un favor.- Hablo en un susurro, sonrojada.- Acabo de hablar con mi doctor, y no tengo mucha esperanza de vida.- Charles esperaba una expresión triste en su rostro, no ese alivio que mostraba.- Por fin me encontraré con mi Chico.- Entonces Charles lo entendió todo, si el estuviera en esa situación, soñaría siempre con volver a encontrarse con Carlos.- Se que es algo que no se decide de un día para otro, pero me gustaría que lo pensarás.- Dijo mientras deslizaba un papel hacia Charles.
Charles lo tomo entre sus manos y le sorprendió ver el contenido, Emma le estaba dando la patria potestad de Ollie.
-¿Estás segura de esto? ¿Es de verdad?- Pregunto Charles tartamudeando.
-Si.- Emma le sonrió de manera dulce.- Se que estás pensando en Matt, pero no es el más amoroso y no confío de el todo en el, me duele porque es mi hijo pero es la realidad, posiblemente contigo sea muy pronto pero no suelo equivocarme con las personas, además ambos sabemos que estoy enterada de toda tu historia y eso solo me da mas confianza en ti.- En eso tenia razon, Emma era la única que conocia todo.- Y de lo otro es completamente en serio, se que es un proceso difícil pero lo pude hacer rapidamente gracias a unos ahorros y algunos contactos.
-Yo lo pensaré.- Emma le sonrió y le aseguro que estaba bien, solo una firma, una firma y Ollie es su hijo.
Fugazmente Carlos paso por su pensamiento, Oliver Sainz Leclerc, su pequeñito.
Pero no, Carlos posiblemente lo había olvidado a este punto.
