6. Mi extraña adicción

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Un ángel miraba a una mujer con ojos brillantes

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Un ángel miraba a una mujer con ojos brillantes.

La mujer miraba al ángel con anhelo.

Ambos juntaron sus miradas, sus manos, sus labios.

Le pedí a Lucy que nos reunamos en la laguna para pasar un tiempo solo nosotros dos. Tenía todo preparado: bayas frescas, vino de los ángeles y una coronilla de orquídeas; su flor favorita. Se me hizo algo tarde en lograr que la coronilla quedará perfecta... solo que al llegar observo la escena que causó más daño de lo que imaginaba: Lilith junto sus labios con los de Lucy y él no parecía odiar ese gesto, al contrario, se juntaba con más intensidad sus labios con los de mi esposa. Tire la coronilla mientras corría lejos de la escena, mi corazón bombeaba con intensidad, y de mis ojos brotaban gotas de agua que nunca antes había se había sentido tan horrible. Observé mi rostro en un riachuelo y solo pude ver como mis ojos no paraban de salir agua y mis labios se contraen en una mueca de dolor.

Quería ocultar mi rostro, no quería seguir viendo mi rostro tan triste y más porque no se que me tiene de esa manera. Solo juntaron sus labios, él me dejó en claro que no es la gran cosa.

Lo único que quiero es ocultar mi rostro, quiero no volverme a ver de esa manera nunca más.

. . . . . . . . .

Lucifer no salió en ningún momento de la mansión, estuvo conmigo en todo momento incluso mientras ordenamos la habitación cambiando las sábanas manchadas de mi semen y empiezo a organizar mi ropa que usare en todo el tiempo que permanezca en el infierno. Como si fuera poco convertirme en un simple ángel caído, ahora tenía que usar una camisa mancha negra con el dibujo de un patito de goma lanzando fuego de la boca. Mientras uso un short negro que dejaba a la vista mis piernas peludas con unos grandes muslos.

Lucifer suelta un suspiro mientras termina de arreglar la cama.

—Mañana se cumplirá tu primera semana en el infierno —su mirada era cálida, casi conmovedora—. ¿Cómo ha sido tu experiencia?

Solo de recordar todas las cosas que hemos hecho en tan poco tiempo pone mi cabeza en una mirada perdida mientras recuerdo: sus brazos sujetándome, sus labios contra los míos, su boca en mi cuerpo y sus manos en mi verga.

Tantos delicias que no puedo elegir ninguna.

—Sabes, debíamos celebrar ese día, ¿Quisieras hacer algo en particular?

Tengo dos respuestas a esa pregunta.

La primera: Quiero volver al cielo, quiero sentirme alguien importante, quiero mi vida llena de gloria y sexo con cualquiera que me atrajera. Quiero sentirme como Adam el puto amo de la creación humana.

La segunda: Quiero volver a sus brazos, quiero sentir como su respiración recorre mi cuerpo, su lengua recorre mis rincones más prohibidos y sentir como me coje como una maldita perra. Quiero sentirme como Adi propiedad de Lucifer.

Necesito una mordida (Historia corta de AdamsApple) [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora