VII

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Chiara llega a la fiesta cuarenta y cinco minutos más tarde, su nuevo y muy bonito, debe decir traje de baño debajo de sus jeans, vestida con un polo blanco de Ruslana que agarró a último minuto. (¿Qué puede decir? La muchacha tiene algo de ropa buena. Son pocas y distantes entre sí, pero existen.) Está en el lugar correcto, dijo el nombre de Violeta en la recepción y ellos parecían saber de lo que estaba hablando y es absolutamente precioso por dentro, incluso si no conoce a un alma.

La piscina está en el interior, rodeada de cristalinas ventanas de vidrio que se arquean y llegan hasta el cielo. Las paredes son infinitas y color crema, la piscina es enorme y brillante, y bellas enredaderas con flores de colores vibrantes adornan las esquinas de la habitación, perfumando el aire impregnado de cloro.

Apesta a riqueza y exceso de indulgencia.

Es precioso, claro. Pero también es un desperdicio y Chiara se siente jodidamente fuera de lugar con sus Tom's y prejuiciosos ojos.

Chicos y muchachas vestidos con sus mejores trajes de baño, brindando con cócteles, vasos de ron y copas de champagne, chillando y gritando mientras se salpican unos a otros en la piscina, haciendo Vines en sus iPhones y posando para fotografías en Instagram.

Chiara quiere prenderlos fuego a todos. Y maldita sea, se encenderían rápido con todo el licor que hay en este lugar.

Cerca de la piscina hay una fuente, posiblemente elaborada por gigantes, arrojando lo que parece ser agua de color rosa pastel. Que, ¿por qué carajo? Y, oh sí, hay gente allí también. Están salpicándose en medio de tintineantes risa y se encuentran borrachos tambaleándose en sus tacones y... parecen estar bebiéndola. De acuerdo. Así que eso es.

"Si eso es una fuente de champagne, juro por Dios que me retiro," Chiara murmura en voz baja.

Pero la escena sólo empeora.

Porque cuando está a punto de considerar caminar hacia afuera (hay camareros merodeando con caviar untado en galletas y hay una sala entera dedicada a fumar puros y ver un partido de fútbol-malditos) Chiara ve a Violeta Hodar.

Con un maldito halcón en su brazo.

Porque sí, Violeta Hodar tiene un maldito halcón. Tiene la manga de protección en el brazo y todo.

Además de eso, está adornada con un traje de color rosa y un moño gris de raso. En una fiesta en la piscina.

¿Qué mierda?

"¡Chiara!" Una voz exclama de repente por detrás, y oh, alabados sean los cielos, es Denna, vistiendo un diminuto traje de baño negro (buenos abdominales, Denna, diez puntos para Gryffindor) sosteniendo una copa de champagne. Nicole está a su lado en una abotonada camiseta blanca, arremangada hasta los codos y pantalones de color marrón claro, el fedora en su lugar.

"¡Ahí estás! ¡Estoy tan contenta de que hayas venido!"

"¿Por qué siempre asumes que no voy a venir?" Chiara le pregunta, estrechando su mano y después la de Nicole.

Denna se encoge de hombros. "Supongo que es porque no estoy segura de si me gustaría venir a todos estos extraños encuentros organizados por gente rara que apenas siquiera conozco."

"Bueno. Me gusta la gente rara y me gustan los encuentros extraños aún más," sonríe con picardía Chiara y Denna se ríe en aprobación mientras Nicole sonríe. "Pero, ¿qué mierda está sucediendo?"

"¿Qué quieres decir?" Denna pregunta, intrigada.

"Bueno, vine aquí y Violeta Hodar tiene un pájaro en su brazo," dice Chiara, espera no haber sido poco amable. "¿Qué hay... con eso?" Está siendo amable, si.

Young and Beautiful | KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora