37// 𝚃𝚊𝚟𝚎𝚕𝚕𝚊

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Entré a mi departamento, como siempre, con los mismos cuadros, con el mismo sofá, pero ahora algo había cambiado.

No me sentía mal, como normalmente, sino, que había algún tipo de paz, algo así como el alivio después de una carga inminente y sin aparente fin. Me acosté en el suelo, dejé mi mochila a un lado mío y comencé a pensar muchas cosas.

Hace un tiempo no pasaba un rato normal y tranquilo con una persona, bueno, al menos desde que corté lazos con Marrero. Mi mente era un mar de preguntas y cuestionamientos, pero yo sabía muy bien por qué ese tipo quiso invitarme a pasear.

De seguro me pedirá algo, no lo sé, no me importa mucho, pero se mostró tan auténtico e interesado en lo que yo decía....

Mi inseguridad no dejó que me concentrara en las cosas buenas, pero mi necesidad ante la confianza y la aceptación eran más agresivas.

Lo quise confrontar y preguntarle directamente lo que quería, algo, que no pude hacer con Dalton y lo que me llevó a un infierno en vida.

. . .

Volví con... Gustavo, le comenté todo lo que había pasado y se mostró renuente a decirme como la había pasado él. Lo acepté, simplemente seguimos amándonos, como siempre lo hacíamos, hasta que, en uno de los besos que nos dimos, miré sutilmente el llavero de guitarra colgado en mi mochila.

. . .

Mayo.2010.

Quito, Ecuador.

Estábamos de gira, me acuerdo yo, acabábamos de irnos de Chile y solo quedaba Ecuador una semana y Paraguay. Habíamos terminado de ensayar en el teatro en el que íbamos a tocar esa noche. Roberto se adelantó a mí, igual Marrero con Luis y Alvin... Alvin no sé qué estaba haciendo.

Tavella se quedó de voluntario para ordenar todo el lugar mientras que yo solamente estaba empacando mis cosas y buscando mis lentes por todo el lugar.

Pregunté a los organizadores, a ayudantes, pero ninguno me dio respuesta hasta que Santiago me ayudó a buscarlos y estaban en el suelo escondidos entre una bocina y un sintetizador.

- Uh, muchas gracias... No sé qué hubiera sido si no los encontrabas. Bien, nos vemos en la noche, Tave.- Cuando estaba dispuesto a retirarme, me llamó.

- Topo, ¿podemos hablar un toque?

- Ah, claro, claro. Cómo vos quieras. - Regresé algo jodido y extrañado por su invitación. No nos llevábamos tan bien. Esperé a que empacara su bajo. Creí que me llevaría a algún otro lugar, pero no. Despachó a todos en el sitio y le comentó a Verónica que él y yo nos quedaríamos un rato más ensayando. Aunque no vi necesidad alguna de quedarnos, simplemente hice caso omiso. 

Me invitó a sentarme en la orilla del escenario. Accedí y ambos nos quedamos apreciando por algunos momentos la belleza de ese hermoso lugar. La iluminación, los colores y el conocimiento de que habría aquí muchas personas cantando nuestras canciones me llenaba de alegría. 

Tavella comenzó a hablar. 

- Espero no haya interrumpido ningún encuentro con Roberto. 

- No, no te preocupes. 

- ... Me alegro...- Entre un silencio incómodo, lo miré. 

- ¿Y de que querías que habláramos? 

- Pues, Topo, vos sabés que vos y Marre, en este poco tiempo que han estado con nosotros se han convertido en pieza fundamental para el grupo, ¿no? 

★//𝙀𝙨𝙥𝙖𝙘𝙞𝙤 𝙮 𝙩𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤//★ (((Titopo)))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora