Epílogo.

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El día de la boda había llegado, Minho estaba muy feliz, tenía un hermoso traje blanco con una camiseta negra, su pelo rubio muy bien cuidado y con un poco de maquillaje.

Todos los amigos de Minho y Jisung se encontraban en el lugar donde se haría la boda, la playa, el lugar favorito de Jisung y Minho, este último mencionado ya se encontraba saliendo de su casa con sus padres.

El momento llegó, todos se encontraban sentados, había una mesa llena de regalos y bebidas, Jisung se encontraba esperando a su hermoso prometido.

Cuando la música empezó a sonar significaba que Minho ya había llegado, con un velo en la cabeza y un precioso traje limpio, iba caminando hacia el altar.

-Estamos aquí para celebrar esta prestigiosa boda en dónde juran amarse para toda la vida y darse amor leal para siempre, si ya todos estamos listos, pueden empezar con los votos.

-Yo, Han Jisung, con esta mano, yo sostendré tus anhelos, tu copa nunca estará vacía, porque yo seré tu vino, con esta vela alumbrare tu camino en la oscuridad y con este anillo te pido que seas mio.

-Yo, Lee Minho, con esta mano, yo sostendré tus anhelos, tu copa nunca estará vacía, porque yo seré tu vino, con esta vela alumbrare tu camino en la oscuridad y con este anillo te pido que seas mío.

-Si hay alguien aquí que se oponga a esta boda, hablé ahora o calle para siempre. Bien, cómo nadie se opuso y están prometidos a amarse para toda la vida, puede besar al novio.

Eso basto para que Jisung levantara el velo y besara con tanto amor a Minho, todos se levantaron y aplaudieron, festejando así la boda del Minsung.

Al separarse fueron caminando hasta llegar a la bicicleta decorada con flores.

-Y estamos felizmente casados, te amo Jisung.- Decía Minho mientras abrazaba con todas sus fuerzas a su esposo.

-Yo también te amo bebé, eres lo mejor que he tenido en mi vida, encerio te aprecio demasiado.

Llegaron a una casa grande, color celeste y bien limpia, esa era su nueva casa. Entraron y obviamente no podría faltar el calenturiento de Jisung, beso a Minho necesitado haciéndolo gemir por la brusquedad en la que lo besaba.

Lo cargo por los muslos y subió al ascensor, definitivamente no faltaba la ropa regada en el piso, mientras el ascensor subía ellos seguían besandose, no querian despegarse pero la falta de aire los hizo separar.

-Que buena bienvenida a la nueva casa eh.

-Hay que aprovechar, no todos los días se celebra una luna de miel, a parte tenía ganas.

Minho todo los ojos y mientras Jisung lo cargaba volvió a besarlo, ya habían llegado al segundo piso así que salieron del ascensor y se dirigieron para cualquier cuarto, con tal tendrían que organizarse.

Se acostaron en la cama bien "arreglada" y empezaron a sacarse la ropa que les faltaba, seguían sin alejarse, les gustaba besarse demasiado, eran adultos pero con las hormonas de un adolecente de unos 15 años.

En medio del beso Jisung empezó a tocar los botoncitos rosados y duros de Minho, este mencionado gemia en medio de los besos y ¿Adivinen que? Obviamente excitaba a Jisung.

Jisung masturbaba a Minho haciéndolo gemir como loco. Ni muy bien empezaban y Minho ya se había corrido, era un joven muy precoz al momento del sexo, eso a Jisung no le importa en lo absoluto.

-Bien, te voy a preparar, me avisas si algo te duele y yo paro, ¿Ok?- Minho asintió y Jisung empezó a introducir un dedo haciendo gemir un poco al contrario, luego introdució otro y al final Minho ya se encontraba con 4 horas en su interior, retorciéndose por el dolor y placer empezó a gemir alto.

"Te Odio, Pero También Te Amo".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora