Capítulo 09.

705 106 4
                                    

Taehyung apretó la mano del alfa con fuerza, sintiéndose nervioso mientras esperaban ser llamados por la recepcionista y pasar a la oficina. Jungkook llevó su mano hasta sus labios, dejando un rastro de su aroma en busca de calmarlo conforme esperaban. 

—Me siento nervioso y ni siquiera puedo entender porqué, ya he hablado con él anteriormente.—Murmuró, soltando una carcajada. 

—Es normal, sabes que no lo estamos visitando por alguna razón que tenga que ver con alguna invitación o pedido de él, sino por algo serio.—Inclinándose, olfateó su mejilla hasta provocarle una pequeña risa que lo hizo sonreír.—Tranquilo, todo saldrá bien. 

—Lo sé, pero mi lobo aún así se encuentra inquieto con ello.—Soltando un suspiro, cerró los ojos al mismo tiempo que escuchó su nombre ser llamado. 

—¿Señores Jeon?—La voz de la mujer los hizo levantar la mirada.—Pueden pasar, el señor Lee los estará recibiendo en su oficina. 

El alfa fue el primero en levantarse, ayudando al omega mientras sostenía su mano antes de pasar a un costado de la mujer.—Gracias.

Caminaron con las manos entrelazadas por el pasillo, encontrando en la última puerta del pasillo el nombre de "Lee Jiyun" tallado en una placa sobre la madera. Tocando la puerta, esperaron el permiso para entrar, siendo recibiendo por un hombre con una gran sonrisa mientras se apartaba para dejarlos pasar. 

—Kim Taehyung, el mejor repostero de la ciudad.—Halagó con un tono emocionado.—¿Qué te hace venir el día de hoy? 

—Buen día, señor Lee.—Ofreciendo una reverencia, sonrió.—Venimos por un asunto importante, creemos que usted nos puede ayudar. 

El hombre se percató de la presencia del alfa detrás del omega.—Oh, ¿Usted me es conocido...? 

—Jeon Jungkook, nos hemos encontrado en un par de eventos, pero tratarnos de manera directa no lo hemos hecho.—Tendiendo su mano en dirección contraria, esperó para estrechar sus palmas. 

—Señor Lee, él es mi alfa. Jungkook, él es el señor Lee, ya nos hemos conocido porque en varias ocasiones me pidió ayuda para la organización de un par de eventos. 

—Y debo confesar que son los mejores postres de toda la ciudad.—Con una carcajada, los guió a través de la oficina para ofrecerles sentarse.—¿A qué se debe su visita? Puedo sentir que es algo sumamente importante. 

—Nos interesa saber si usted nos puede ayudar con un par de cosas, creo que usted puede tener noción del tema o puede darse una idea.—Comenzó a hablar el omega, apretando el sobre amarillo entre sus manos. 

—Por supuesto, ¿En qué les puedo ayudar? 

—¿Conoce a Kim MunHee? 

La pregunta lo tomó desprevenido, pero asintió.—He tratado con él un par de veces, anteriormente estuvimos cerrando un contrato. ¿Pasa algo con él? 

Compartiendo una mirada, fue el turno del alfa hablar.—¿Es consciente de lo que se dedica Munhee? 

—Me comentó que ayuda a remodelar negocios, le gusta el diseño y me enseñó su portafolio, debo confesar que su trabajo me parece impecable y tiene una buena técnica.—Mientras divagaba, solo pudo observar un gesto de extrañeza de la pareja, haciéndolo detenerse.—¿Su trabajo tiene algo que ver con su visita por aquí? 

—MunHee anteriormente fue un socio de mi empresa; básicamente le puedo decir que mi trabajo es poder financiar proyectos a quienes lo necesitan, y entre mis clientes él era muy destacado por sus pagos puntuales y porque siempre me pareció un buen hombre. Al principio me pareció una persona excelente por su capacidad de trabajo, la forma en que siempre llegaba a contarme todos sus proyectos fue de sorprenderme, pero cuando la primera persona llegó a reclamarme de porqué financiaba a un hombre que le quitó su negocio, comprendí que cometí un error en confiar en alguien como él.—Dejando el sobre en la mesa de centro, desplegó documentos y fotografías encima de la superficie.—No sabía en ese momento de qué se trataba, pero investigando logré recolectar varios testimonios de sus desfalcos a negocios ajenos. Llega a persuadirlos con ofrecer unan remodelación a los lugares, si bien su trabajo es muy bueno, los convence con su portafolio y cuando aceptan, en el contrato se estípula que si no están de acuerdo con la primera remodelación, como compensación de ambas partes implicadas él se encargará de darles una cantidad de dinero, pero a su vez él se quedará con el local por la inversión de su trabajo. El dinero que les ofrece ni siquiera es la cantidad suficiente para volver a abrir un nuevo negocio, él simplemente se adueña del lugar y no vuelven a saber de él porque trabaja por medio de representantes. 

Caramel Macchiato ² | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora