Capítulo 14.

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El alfa se detuvo frente a la puerta de la casa, viendo la pantalla del celular mientras tocaba la madera con sus nudillos. La gran sonrisa que surcaba en sus labios delataba su emoción, y podría haber sido paciente y esperar a que contestaran su llamada, pero decidió dirigirse a la casa tan pronto como no recibió respuesta alguna. 

Namjoon jamás dejaba un trabajo inconcluso, y después de no haber dormido por tantos días en busca de terminar el caso que los envolvía, había encontrado la respuesta. Si bien se trataba de las ocho de la mañana, sabía que tanto Jungkook como Taehyung solían estar despiertos temprano. 

Estaba por marcar el número del alfa cuando escuchó como el seguro de la puerta fue quitado, justo cuando apartó la mirada de la pantalla pudo observar unos ojos pequeños que reconoció con facilidad. 

—Buen día, Daehyun.—Sonrió al verlo asomarse.—¿Están tus padres despiertos? 

Negó.—Aún están dormidos. 

Apretando los labios en una fina línea, asintió.—Bien, entonces regresaré más tarde para darles la noticia. 

Antes de que pudiera apartarse de la entrada, la puerta fue completamente abierta y la apariencia desaliñada del azabache lo recibió. La luz del sol molestó su visión, gruñendo mientras trataba de adaptar su vista a quién se atrevía a visitarlo tan temprano. 

—¿Namjoon?—Susurró en un tono ronco, aclarando su garganta. 

—Oh, buenos días Jungkook.—Guardando su celular, sacó del bolsillo trasero un sobre blanco.—Tengo buenas noticias el día de hoy. 

—¿Buenas noticias? 

—Sí, ¿Crees que pueda pasar y contárselo a ti y a Taehyung? Apuesto que querrán escuchar esto. 

Dudando, rascó la parte trasera de su cuello.—No creo que sea una buena idea, Taehyung recién se está recuperando y prefiero que esté descansando, han sido días difíciles. 

—Lo entiendo, pero esto lo va a animar en definitiva, se trata sobre la cafetería. 

Sus palabras lo sorprendieron, aún con cierta duda lo dejó entrar a la casa y aguardó para escoltarlo a la sala antes de dirigirse de vuelta a la habitación. ¿Qué noticia buena podría traer? Debía de ser lo suficientemente bueno para que fuera a visitarlo y no notificarle por medio de un mensaje, pero no negaba que aquello lo inquietaba más. 

Empujando la puerta, sonrió al ver la imagen del omega abrazando la almohada que había estado utilizando al dormir, aún impregnada con su aroma mientras frotaba su rostro contra la funda. Se acercó con paso sigiloso hasta quedar a un costado suyo, tomando asiento en la orilla antes de inclinarse para rozar su nariz contra la mejilla contraria, provocando una pequeña sonrisa por el repentino cosquilleo. 

—Omega, ¿Podrías acompañarme un momento abajo? 

Taehyung apretó su agarre en la almohada, sintiéndose demasiado perezoso.—Quiero seguir durmiendo. 

Soltando una carcajada, depositó un beso sobre la comisura de sus labios.—Por favor, Namjoon quiere vernos para decirnos algo. 

—¿Namjoon?—Levantó la mirada con curiosidad, sin comprender qué hacía el alfa en su casa. 

—Sí, ¿Crees que podamos bajar para escuchar lo que nos tiene que decir? 

Tardando un minuto en reaccionar, se levantó con pereza de la cama con ayuda del alfa, quien le tendió una bata y ayudó acomodar su cabello a petición del omega, sabía que no estaba en su mejor imagen pero pretendía no recibir visitas en mal estado. Tuvo que retener un bostezo cuando salieron de la habitación y se regañó mentalmente de no aparentar más su cansancio, bajando con ayuda del alfa que envolvía un brazo sobre su cintura. 

Caramel Macchiato ² | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora