Dos Chicos, Un Problema ||

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No puedo creer que mi primer beso haya sido a los 16 años, en un campamento escondida en un arbusto con un futbolista famoso, definitivamente gané en la vida.

—Nuestra relación no tiene porque ocultarse, ¿Bien? Me gustaría que todos supieran que eres mía, pero si tú quieres que esto sea privado, no hay problema.

—Uh.. no te preocupes, no hay porqué ocultarlo.

Dije, el iba a besarme de nuevo cuando escuchamos pasos cerca. Tape mi boca y la de Leonardo con cada mano. Era un juego competitivo y la recompensa era una pegatina de gatito, teníamos que ganar cueste lo que cueste, pero Leonardo no pudo aguantarse su risa ante mi repentina seriedad y por poco lo escucha todo el campamento.

—¡Pillados! Vayan al punto de inicio, perdedores.

Dijo un chico extra, realmente no le preste atención, asentí fingiendo desinterés por el hecho de haber perdido en un juego de niños, contra niños.

—Psykita, la recompensa era una basura, ¿De verdad competiste por eso?

Le explicaba porque debería tener una pegatina de gatito en los años 80 con gafas como trofeo en mi habitación mientras caminábamos, pero el parecía no entender mi punto de vista. Suspiré y le expliqué una vez más, estaba apunto de sacarme canas rojas cuando porfin llegamos al punto de inicio, donde estaba el antisocial de Sae con un aura un tanto molesta, con razón no tenía a nadie cerca, que era inusual. Es un futbolista, quiero decir, ¿Quien no querría conocerlo si tuviera la oportunidad?

Yo y Leonardo nos encaminamos hasta Sae, quien ni siquiera quiso mirarnos. Leonardo le tiró un mechonsito de su cabellera roja y el porfin reaccionó, apartando de un fuerte manotazo la mano ajena a el.

—¿Que quieres?

—Uff.. ¿Quien te hizo tanto daño?

—No soporto ver tanta gentuza reunida. Es todo.

Pude ver la sonrisa picarona que soltó Leonardo antes de rodear a Sae hasta estar detrás de el, lo rodeo con sus brazos en un fuerte abrazo mientras que con una de sus manos acariciaba su cabello.

—¡Sae, Psyche y yo somos novios ahora!

Cómo si no fuera suficiente contarle que empezamos a salir hace menos de 10 minutos, lo gritó a todo pulmón, queriendo que hasta el último rincón del mundo lo sepa. Todos voltearon a vernos, algunos salieron de sus escondites incluso. Podía escuchar a las chicas llorar y a los chicos rebajarme, pero ya estaba acostumbrada a ambas cosas.

Me escapé por entre medio de las personas y porfin pude tomar aire al estar al lado de Sae, porque no dejaban solo a Leonardo.

—Asi que son novios. ¿Salen desde hoy, no?

—Ah..eso, es lo más extraño. Empezamos solamente hace 10 minutos y ya toda la clase lo sabe. Pero no te preocupes, pestañitas, no te vamos a excluir. ¡Es más, serás como nuestro hijo!

—¿Es así? ¿De quién saque mi color de pelo? ¿Le fuiste infiel a papá? Eres pelinegra, el es rubio, infiel.

—¿Oh? Siempre le buscas el defecto a todo, hijo mío. Te lo teñiste y ya.

—¿Por qué iba a teñirmelo?

—Ushh, demasiadas preguntas. ¿Es que tú lado social solo sale a la luz conmigo?

—No estás mintiendo.

—Claro, amor de madre e hijo.

—Pienso que realmente engañaste a "papá" aunque tus ojos son celestes, los míos son más verdosos.

—¿Huhh? ¡Eso es obra del mundo! Mis iris y los de tu padre, que son verdes, se mezclaron y los tuyos salieron así, genio. Sacaste la inteligencia de tu padre.

—Mmmmh.. no lo creo. Infiel.

—¡No lo soy! Si sigues diciendo eso el infiel será tu padre, no llevamos ni un día, hijito.

El hizo un "ajá" como afirmación. Suspiré al momento de ladear la cabeza viendo como Leonardo tenía que luchar por sobrevivir ahí. De ahora en adelante, tenía que acostumbrarme a sentir celos e inseguridad constantemente, es decir, Leonardo es famoso, alguna que otra chica seria tan ignorante como para robarle un beso en alguna entrevista.

★

M

e dirigía a mi habitación con la música al maximo en mis audífonos, pero seguía sin ser suficiente el volúmen, aún estaba muy bajo. Cuando abrí la puerta, Sae estaba sin camisa y Leonardo en bóxers, el se tapo con una almohada mientras yo cerraba la puerta de nuevo y me iba chillando. No volvía a entrar sin antes tocar, yo no aprendo.

Estaba recostada boca abajo viendo videos cuando unas manos se posaron en mi espalda que flaqueaba ante el tacto, un suspiro se escapó de mi boca cuando el tacto se desvaneció. Me voltee hacia el susodicho rubio.

—Que sensible. Hace ratito-

—Callate.

Me pare y me dirigía a la habitación, que tenía su puerta abierta para mi. Observaba como el pelirrojo en la cama de arriba dormía plácidamente dándole la cara a la pared, así que hice lo mismo.

[Sae]

Ellos son novios ahora, no hay nada que me quede por hacer si tampoco he hecho algo. Ella ni siquiera tiene la idea de como es Leonardo, pero aún que le diga no me creería, y prefiero no arriesgarme a no hablar con ella. Soy consciente de mi alto egocentrismo y no sería capaz de disculparme por algo que la salvaría, nadie haría eso, creo.

Los dos años que llevamos de "amistad" si se le puede decir así, ahora están divididas estrechamente por un hilo llamado Leonardo, aunque ella haya dicho que no me excluiran, que realmente no me importa en lo absoluto eso, lo hará Leonardo de una u otra forma, su historial de relaciones es larga y hay pocas sobresalientes.

Esperaré a cuando ella esté vulnerable y haré mi contraataque. Algo definitivamente pasará aquí, aunque dure meses o años de relación no habrá un fin. Mi intuición no me falla en momentos como estos, es lo que quiero creer.

Ella debía ser mía desde el momento en que sentí el estúpido flechazo inservible que nadie le pidió al idiota de Cupido. No sería tan basura como para intervenir en una relación que apenas empieza y hacerla mía tan pronto, además, ya lo sabe toda la clase y si terminan en una simple semana, Psyche será el hazme reír de toda España por mi culpa y la de Leonardo.

Olii

Sorri x no haber actualizado en más de una semana esq andaba blokiada

Extraño a M chicas, esos son los peores, salgan de ahí.

Byebye