Prólogo

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Entonces pase por aquella puerta evitando todas las miradas de mis compañeros dirigidas hacía mi, siendo una de las razones por las cual no me gusta llegar tarde a clases.

Saludé rápidamente a la profesora y me acomodé en mi respectivo asiento. De vez en cuando, miraba de reojo el cuaderno de mi compañero, pues, para copiar. No quería perderme nada.

—¿Por qué me copias?

—¿E-Eh? Copiarte.. ¿En qué?

—No te hagas la que no sabe. Deberías ser más discreta.

Carcajee un poco antes de volver a hablar—Te diste cuenta. Bueno, es para no perderme nada, ya sabes.. Los exámenes estan cerca, Itoshi, hasta lo más mínimo puede servir.

—Supongo.

—Ahora que ya sabes que veía tu cuaderno.. ¿Me lo prestaria-

—No.

Mi emoción cayo. Pero a la vez me hizo algo de gracia tan seca respuesta.

—Vamos, Itoshi.. Yo soy tu compañera de puesto. ¿No? Es solo un minutito..

—Definitivamente no.

—Ash.—Rodé los ojos y seguí copiando "discretamente" tan linda letra en el cuaderno opuesto.

—Ohh, oye sae. ¿Irás al paseo?

—No.

—¿Qué? ¿Por qué no? ¡Será divertido! Iremos a un campamento, conoceremos más cosas y exploraremos. También-

—Basta. ¿Nunca te cansas de hablar? No es no.

A decir verdad, ya estaba acostumbrada a ese tipo de tratos por parte del pelirrojo, por lo que ya no me afectaba lo frío que fuera. Desvíe mi atención hacía la pizarra que estaba llena de cálculos matemáticos complicados.

Suspiré y me concentre sobre todo en el séptimo ejercicio, el cual estaba relativamente complicado para mi. Podía notar como el chico a mi lado respondia los ejercicios como si no fueran nada, un total genio.

Dos Chicos, Un Problema ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora