La historia de una batalla o una guerra siempre tiene 2 versiones, y la que todo el mundo conoce es la de los ganadores, ¿Alguna vez has pensado lo mucho o poco que podria cambiar desde el otro punto de vista?
-¿Terminaste de comprar, Rong?- preguntó Shun con una sonrisa tras verlo llegar con varias bolsas –Aunque pienso que te emocionaste un poco-
-No pude evitarlo, aquí hay mucha variedad de especias-
-Niños, ya debemos irnos-. Todos sus hijos subieron a la carreta, tras un rápido conteo, emprendieron el viaje de regreso, llegaron poco antes del anochecer; si bien, los Hunos se mostraban entusiasmados por el regreso de sus líderes, decidieron abstenerse de mostrar alguna emoción debido a los hechos recientes. La nueva casa de Li era un poco más pequeña que la de Mulan, pero bastante acogedora, no le tomó mucho tiempo acostumbrarse a su nuevo entorno. Poco sabría que su ánimo subiría enormemente en solo un par de semanas...
-¡¡T-Te voy a matar!!-. Oh, sí, había llegado el momento para Mulan de dar a luz; y aunque su esposo tratara de apaciguar un poco su dolor permitiendo que sujetara su mano con todas las fuerzas, no era una solución definitiva
-También te amo, preciosa-
-Solo uno más, hija, ya casi sale- la animó su madre, respiró un par de veces, y apretando la mano de Shan Yu (Al grado que podría romperle los huesos), dio un último puje. Un pequeño cuerpo fue atrapado en una toalla sujetada por Li, al instante, este se removió incómodamente por haber sido expulsado de su cálido refugio. Un agudo llanto inundo la habitación, la clara señal de su viva llegada a este mundo –E-Es un niño, mi amor-
-O-Otro niño. Dámelo, mamá-
Con cuidado, Li secó al pequeño antes de envolverlo en la cobija que ella misma había tejido. Se lo entregó a sus brazos -¿Has pensado en un nombre, hija?-
-Sí, su nombre será... Zhou-
-M-Mulan- susurró sorprendida, pensó que quizás había escuchado mal, pero la sonrisa en el rostro de su hija confirmó lo que sus oídos oyeron. Acarició la frente del pequeño y salió de la habitación, quería darle un momento a solas a los padres
-¿Ya nació, abuela?-
-Sí, pequeños, pero será mejor que vayan a dormir. Su mamá quedo muy agotada, debe descansar-. Ayudó a sus nietos a prepararse para su siesta, una vez que todos se quedaron dormidos, regresó a su hogar. A la mañana siguiente, la aldea se llenó de júbilo tras enterarse de la llegada de un nuevo hijo de sus líderes
-Te dije que sería un niño- comentó Shaoran orgulloso tras ver a su hermano
-Moh, yo hubiera querido otra hermanita-
-Bueno, paguen- dijo Shun mientras abría una pequeña bolsa, tras un suspiro de derrota, Lin, Akame y Maylin depositaron varias monedas en esta, casi se lleno hasta el borde
-¿Qué haces, hijo?-
-Cobrando la deuda que gané-
-¿Qué hemos dicho de las apuestas, Shun?-
-Que están mal, lo sé. Pero mirando el lado bueno, con esto ayudaré a Rong a que pague ese local, ya vuelvo-. Rápidamente salió de la casa en búsqueda de su prometido, lo encontró saliendo de un negocio que se dedicaba a la fabricación de sillas y mesas
-Hola, pequeño- lo saludó besándolo –Iba a buscarte a tu casa-
-Quise darte esto-. Con una sonrisa, le entregó a Rong la bolsita con las monedas –Ve rápido con el anciano antes de que alguien más compre el local-
-P-Pero Shun, es tu dinero-
-Lo sé, pero quiero dártelo. Anda, vamos-. Tomados de la mano, ambos jóvenes se dirigieron hacia un local que lucía abandonado; a un lado de este, se encontraba un anciano sentado. No fue difícil saber quiénes eran esos jóvenes, después de todo, ¿Qué tan común es ver una pareja de varones interesados en algo que vendían? Gracias al dinero de Shun, la venta se concretó, al fin Rong tenía un lugar para realizar su sueño. Era indescriptible la sensación que recorrió su cuerpo cuando vio a su prometido quitar ese anuncio de venta -¿Feliz?-
Como respuesta, Rong se apoderó de sus labios mientras lo abrazaba por la cintura –Mucho, te lo agradezco tanto, Shun-
-No tienes que agradecérmelo, Rong, sabes que te apoyare en lo que pueda-
-Sé cómo hacerlo, esta noche prepararé la cena. Primero para tu familia, como celebración por el nacimiento de tu nuevo hermano; y después, tú y yo tendremos una cena especial-
-Muy bien, te esperare en mi casa-. Se despidió con un pequeño beso antes de regresar a su hogar, la sonrisa nadie se la borró del rostro –Ya volví-
-Supondré que la venta se concreto-
-Estás en lo correcto, mamá, ahora solo falta que las sillas y las mesas estén listas para que Rong pueda iniciar su negocio. Y hablando de comida, el preparará una cena para todos-
-Eso suena bien, pero claramente tendrán que ayudarme a limpiar la casa, niños-
-Sí, mamá-. Todos salieron de la recamara, solo quedaron sus padres y abuela; Zhou ya había terminado de comer, fue Mulan quien se encargo de sacarle el aire antes de recostarlo en su cuna, al igual que la de su padre. Shan Yu decidió salir para ayudar a sus hijos –Mamá, ¿Podrías ayudarme a llegar a la tina?-
-Sí, hija- respondió antes de tomar sus manos, con el mayor cuidado posible, la ayudó a levantarse de la cama. A paso lento, avanzaron hacia el baño; cuando entraron, llenó la tina con agua caliente. Mulan soltó un leve suspiro una vez que todo su cuerpo entro en contacto con el agua -¿Sabes? Jamás creí mirar a tu esposo con esa faceta. Cuando era niña, me contaban historias terribles sobre los Hunos, incluso cuando naciste, temía que ellos atacaran nuestra aldea-
-Fue una gran sorpresa para mí recordar que nuestro primer encuentro fue cuando yo tenía 8 años, pero no lo recordé hasta que Akame nació. Le había dado mi peineta como promesa de que me casaría con él-
-Y sin saberlo, cumpliste con tu palabra. Te casaste con él y tienen 6 hermosos hijos, más los que falten-
Una vez que termino de asearse, Mulan decidió dormir un poco, despertando poco antes del anochecer, solo para arreglarse antes de que Rong llegara –Buenas noches, señora Yu, muchas felicidades por su nuevo hijo-
-Hola, Rong, pasa. Cielo, ayúdalo con las ollas-. Se dio inicio a otra amena cena en casa de los Yu
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Hola, chicos, como muchos saben, yo soy de Mexico. En este dia nosotros celebramos a esas mujeres que dieron todo por traernos a este mundo, su cuerpo, sus noches, su tiempo. Pero tambien a esas mujeres que dieron su amor a pesar de no ser quienes nos engendraron. No importa si son de otros paises, les mandamos un enorme abrazo a sus mamas, abuelas, tias, a todas las mujeres de su familia que han tenido la dicha de ser llamadas "Mama"
