-Luces muy guapo, ¿Es un nuevo traje?- comentó Shun con una sonrisa tras ver su aspecto
-Quería lucir decente para la ocasión-. Mirando hacia todos lados, cerciorándose de que nadie estuviera cerca –Esta noche, cuando todos estén dormidos, ven a mi casa-
-¿A-A tu casa?-
-Confía en mí, te encantara esa sorpresa-
-Lo hago-. Tras un pequeño beso, la joven pareja se dirigió hacia el comedor. La cena transcurrió con normalidad, claro que los más pequeños devoraban con rapidez los alimentos, realmente adoraban el sazón de Rong, mas al descubrir (Gracias al aroma) que había preparado varios pasteles de luna. No faltaron las clásicas bromas entre los hermanos mayores sobre como Shun no era tan bueno en la cocina, pero esas pequeñas peleas eran el toque para que las cenas tuvieran ese ambiente tan familiar –Sería lindo poder tener una familia propia, ¿No crees?-
-Podríamos adoptar. Hay mujeres que no pueden o no quieren hacerse cargo de sus bebés, y suelen dejarlos en orfanatos-
-¿E-En serio podemos hacerlo?-
-Claro que sí, mi cielo, así que... Ve pensando en cuántos hijos te gustaría tener-
-3 suenan bien-
-Muy bien, te esperare en mi casa-. Se despidió con un beso antes de retirarse de la casa, las ansias lo carcomían por dentro, quería ver la sorpresa de Rong. En su clásica rutina nocturna, Mulan arropó a sus niños antes de irse a dormir; cuando las luces se apagaron, Shun esperó un poco más para salir en completo silencio. Al llegar a casa, encontró a su novio apreciando el cielo, decidió sorprenderlo tapando sus ojos -¿Shun?-
-Lamento la tardanza, mamá fue la última en quedarse dormida-
-No te preocupes, ¿Nos vamos?-. Asintiendo mientras tomaba su mano, ambos caminaron hacia el lago, subiendo a un pequeño bote, Rong remó hasta la otra orilla, donde iniciaba un pequeño bosque. Al bajar, y antes de que avanzaran, decidió cubrir los ojos de Shun con una venda -¿No queremos que la sorpresa se arruine o sí?-
-Bien, pero si me caigo tendrás que buscar otra persona para casarte-
Caminaron lentamente entre los pinos, Rong se cercioraba de que no hubiera nada que lo hiciera tropezar. A Shun le encantaba ser tan consentido por su pareja, tratándolo como un tesoro -¿Estás listo?-
-Si- respondió, al sentir la venda ser retirada de sus ojos, los abrió; frente a él una manta reposaba en el pasto, frente a una pequeña laguna y rodeado por velas. Sobre la manta había algunas cestas, vasos, platos y una jarra de té –R-Rong...-
-¿Te gusta?-
Como respuesta, recibió un beso en los labios, que correspondió gustosamente –Me encanta, vamos- dijo mientras, tomando su mano, se sentaban en la manta
-Espero tengas espacio para tu platillo favorito-
-N-No me digas que hiciste...-. Lo comprobó cuando Rong abrió una de las cestas
-Y también conseguí algo, en las aldeas más cercanas ha tomado una gran fama. Lo llaman helado frito-
-Suena interesante, esta ha sido la velada más romántica que he tenido, por no decir la primera-
-La primera de muchas, mi amor-. Ambos disfrutaron de la cena mientras conversaban, al ex mercenario le gustaba escuchar a Shun contar sobre cada detalle para su futura boda, parecía que de sus ojos emanaba un brillo. Una vez que acabaron de comer los alimentos, al más joven se le ocurrió una idea; sin decir una sola palabra, se despojó tanto de su camisa como su pantalón antes de arrojarse al agua, Rong entendió su intención, e imitó sus acciones. Estando sumergidos, su cuello fue rodeado por los brazos de su prometido, al mismo tiempo que sus labios tomados en un beso. Salieron a la superficie sin separarse, solo hasta que el aire era exigido por sus pulmones; pero Rong deseaba seguir probándolo, así que comenzó a besar su cuello, Shun solo atinó a ladear su cabeza para dale más acceso. Pero se detuvo cuando sintió las delgadas piernas de Shun rodear su cadera –Espera-
-¿Q-Que sucede, Rong?-
-Aún no es momento, mi amor-
-Pero... Lo quiero todo contigo-
-Lo sé, y yo también lo quiero, pero hice una promesa con tu padre. Y quiero que ese momento sea especial para ti-. Y aunque Shun realmente anhelaba dar ese paso, también sabía que debían hacer las cosas correctamente. Asintió con la cabeza antes de salir del agua –Sera mejor ir a mi casa, ya es muy tarde-
-Si- dijo mientras se secaba, una vez que se vistieron, regresaron al bote. Al llegar a su casa, lo primero que los recibió fue una gata de color blanco, maullando mientras se frotaba cariñosamente contra su pierna -¿Es tuya?-
-Sí, la encontré hace algunos días, decidí llamarla Karai-
-Es muy hermosa-. La felina permitió que Shun lo acariciara, soltando a la vez un ronroneo. Pero después lo jaló un poco del pantalón antes de irse a un rincón de la casa; se trataba de una cesta que Rong había cubierto con una especie de cortina. Al abrirla, para su sorpresa, se encontraron con 5 crías idénticas a ella –Oww, son tan lindos y pequeños-
-¿Son tuyos, nena?-. Recibió un maullido como respuesta, Karai se recostó a su lado, comenzando a lamerlos
-¿Compartiremos a los gatos mientras nos casamos?-
-¿Sera buena idea? Tal vez a Karai no le agrade mucho convivir con los lobos-
-Los amara, cielo-
-De acuerdo, mañana los llevaremos a tu casa. Vamos a descansar-. Ambos se recostaron en la mullida cama del ex mercenario, cayendo en un profundo sueño a los pocos minutos. Los primeros rayos del Sol dieron la bienvenida de un nuevo día, estos provocaron una leve molestia en Rong; pero lo que terminó por despertarlo fue un fuerte olor a humo. Rápidamente corrió a la cocina, encontrándose con Shun apagando el fuego que surgía de un sartén, arrojando una jarra de agua sobre este -¿Necesitas ayuda?-
-¡¡Rong!! Y-Yo... Perdón, quería prepararte el desayuno-
-Poco a poco aprenderás, yo seré tu maestro. Pero ahora será mejor que te reportes con tus padres o colgaran mi cabeza en la pared-. Y como si hubiese sido un llamado personal, Falco entró por la ventana y extendió su pata, mostrándole el trozo de papel atado a su pata. Shun lo tomó y la abrió –Creo que se pelearon el tintero, en las letras se nota la preocupación de tu mamá y los regaños de tu papá-
-Se que papá querrá regañarme, pero mamá lo sabe controlar-
-Bueno, vamos a tu casa, mi amor- dijo Rong mientras tomaba la canasta en la que estaban Karai y sus crías. Ambos caminaron hacia la casa del más joven, al llegar, notaron un silencio sepulcral; algo muy extraño considerando las circunstancias. El primero en entrar fue el ex mercenario –Buenos días-
Pero Rong se agachó rápidamente, justo antes de que una flecha atravesara su cabeza, la cual se quedo incrustada en la pared –H-Hola, papá-. En vez de palabras, Shun recibió una mirada que fácilmente podría interpretarse como "Ve a tu habitación". En silencio, se retiro del lugar, rogando a sus ancestros que aún tuviera alguien para casarse
Podre sentirme de ese modo, pero jamas faltaria a una publicacion semanal. Ya se la saben, para ser etiquetados solo escriban sus comentarios o denle una estrellita. Sigan compartiendo, estamos a nada de llegar a los 10k. Nos vemos pronto, bay!!
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The Other Side
FanfictionLa historia de una batalla o una guerra siempre tiene 2 versiones, y la que todo el mundo conoce es la de los ganadores, ¿Alguna vez has pensado lo mucho o poco que podria cambiar desde el otro punto de vista?