永恒

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Unas cuantas personas notaron cuando Shun subió a una pequeña plataforma de madera, haciendo sonar el gong que tenían. Sabían que eso era un llamado a todos, por lo que se reunieron a su alrededor –Los he llamado para informarles sobre un suceso. Mi padre, nuestro líder... Ha fallecido-. Inmediatamente se escuchó un jadeo de sorpresa, algunas mujeres comenzaron a llorar –Mi familia desea que él tenga una despedida digna del hombre que fue en vida-

-¿Cómo podemos apoyar?- preguntó uno de los varones

-Quiero que vistan sus mejores prendas, y reúnan las flores más hermosas de la región. Celebraremos que mi padre ha finalizado su propósito en esta vida, él no habría querido vernos tristes-

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-Iré a tomar una ducha, niños-

-¿Estarás bien, mamá?-

-Si, Lin, solo... Cuiden a Akame, ella necesita mucho de nosotros-

Mientras su madre de bañaba, Lin se dejó caer en el tapete de la sala, aquella mañana había sido de las más pesadas. A su lado, Yong le tendió una taza de té, la cual a duras penas logró sostener entre sus manos –Sabía que este día llegaría, pero jamás creí que sería tan pronto... Ahora sé lo que mamá sintió cuando Zhou venía en camino, pero al menos mi abuelo supo que ella estaba embarazada-

-Sé que él lo supo, de alguna u otra forma-

-Yong... ¿Te molestaría si este bebé llevara su nombre?-

-Para nada, mi amor, si eso es lo que deseas, así será-

Pasaron pocos minutos cuando Mulan salió ya vestida, aunque la ducha renovó sus energías, su ánimo estaba por los suelos –Velaremos a su padre en el árbol donde Shun y Rong se casaron, que todos puedan despedirlo-

-Sí, madre... Akame, suelta a papá-

-N-No quiero-

-Akame, hija-

-No, mamá- susurró entre sollozos, sin dejar de abrazar el cuerpo de su padre –No quiero que se vaya-

-Yo tampoco quiero, mi amor, pero ya no podemos hacer nada-

Aunque le tomó algunos minutos, logró que lo soltara, aferrándose ahora a ella. La mano derecha de su esposo se presentó en su casa, en compañía del trío de idiotas –Mi señora- dijo Tao, haciendo una leve reverencia. La pelinegra asintió con la cabeza, los 4 hombres tomaron los extremos de la camilla donde había sido depositado el cuerpo de Shan Yu. Salieron ante la atenta mirada de todos los Hunos y lo colocaron sobre una especie de altar adornado con flores de todos los colores. El resto del día, la gente de la aldea se acercó a su cuerpo para despedirlo, pero con la llegada del nuevo amanecer, también había llegado el momento más duro en la vida de toda persona

-¿Crees que papá está bien donde sea que esté? ¿Creen que se sienta solo?- preguntó Maylin al ver como incluso personas de las aldeas vecinas habían llegado para despedir a su padre

-Tal vez... Esté con los abuelos, con Xiao, y con Hayabusa-

-Hijos... Ya es hora-. Cuando escucharon las puertas de la casa principal abrirse, todos los presentes se hicieron a un lado, formando una especie de camino. Mulan, acompañada de sus hijos, se dirigieron a paso lento hasta el cuerpo de Shan Yu. Lo apreció por algunos segundos, mirando con detalle como sus cabellos y su peculiar bigote habían adquirido un tono grisáceo en los últimos años; acarició su rostro con ternura antes de mirar a su pueblo –Sé que mi amado esposo se fue tranquilo por haber logrado su objetivo: Darles la libertad de elegir su propio camino y liberar a China de la tiranía. Aunque me siento destrozada, también le estoy agradecida por haberme hecho tan feliz en estos años. Hoy despedimos a un gran líder, un padre, y un esposo-

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