纯度

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Lin despertó de golpe al no sentir la compañía de su esposo, al principio no reconoció el lugar donde se encontraba, pero a los pocos segundos recordó porque se encontraba ahí –Buenos días, te traje el desayuno-

-No te hubieras molestado, cielo-

-Nada es molestia si se trata de mi bella esposa-

Sonrió mientras se levantaba de la cama –En ese caso, comamos en el balcón, es un lindo día-

-Como usted lo desee-. Ambos salieron de la habitación, era una peculiaridad que contara con una mesa al aire libre, muy pocas cabañas contaban con esa área. Rodeados por naturaleza, y entre una agradable conversación sobre su futuro y los planes que realizarían siendo ya un matrimonio, devoraron cada comida traída por el joven -¿Sabes? Escuché que en la noche habrá un festival cerca de aquí

-Suena interesante, tendré que tomar una ducha-

-Primero yo, mi amor, seré rápido-

-Adelante, recogeré los platos-

Mientras Yong entraba al baño, Mushu salió de una pequeña cesta (En la cual estaba dormido) -¿No escribieron la carta a la cigüeña?-

-Si tú lo vas a cuidar, comienzo a escribirlo-

-Mmm... ¿Le pedirás a Yong que me haga una cadenita?-

-Tal vez- respondió con una pequeña sonrisa, el guardián de su familia se retiró para comer un poco. Lin tomó una de las batas que estaban al lado de la cama, se deshizo de sus prendas para cubrirse con la bata, pero antes de que esta se posara sobre sus hombros, escuchó un pequeño silbido detrás suyo. Sonrió un poco -¿Te gusta la vista?-

-Mucho-. Un par de labios se posaron sobre sus hombros, depósito un par de besos antes de subir por su cuello, la reacción en la joven fue un pequeño suspiro. Se giró para quedar frente a frente, en sus ojos se miraba el deseo, ambos lo querían y Lin se lo demostró apoderándose de sus labios. Yong la cargó por sus muslos, dirigiéndose hacia su cama, la recostó con cuidado mientras besaba nuevamente su cuello –Tu... ¿Quieres?-

-Lo quiero todo, mi amor-

Dejaron que sus labios se acariciaran de nuevo, las manos del joven se encargaron de despojarla de su bata, acariciando cada rastro de su piel expuesta –Eres hermosa- susurró contra sus labios, antes de bajar hacia su pecho, se apoderó de uno de ellos, lo lamió como si el fuese un bebé. Se enorgullecía de escuchar los suspiros y los gemidos que brotaban de su garganta, sabía que todo aquello le agravaba. Continuo descendiendo por su vientre, pero pasó por alto el monte de Venus, y en su lugar, besó sus rodillas e inicio un lento ascenso. Finalmente sus labios se posaron en su entrada, logró divisar como su esposa mordía sus labios en un intento de acallar sus gemidos –Quiero escucharte, mi amor-

El rostro de Lin se mostraba sonrojado, quizás por el calor del momento o la vergüenza, pero realmente deseaba sentir más de esa nueva sensación; así que aferró sus manos a as sabanas, sin apartar la mirada. Yong continuó lamiendo, mientras una de sus manos volvía a jugar con su pecho. A los pocos minutos, llegó al clímax, el sonrojo aumento más al verlo relamer sus labios –Y-Yong... T-Te lo necesito-

Y el también. Tratando de no verse ansioso, la besó mientras se acomodaba entre sus piernas; se miraron un par de segundos, antes de tomar la mano de su esposa, comenzando a introducir su miembro en su cuerpo. Al ver pequeñas lágrimas desbordada, y pensando que la estaba lastimando, trató de salir, pero ella se lo impidió rodeando su cadera con sus piernas. Continuó con la profanación, hasta que las pelvis chocaron, permaneció quieto por varios minutos, besó el cuello de Lin tratando de distraerla de cualquier incomodidad. En cierto punto, sintió un movimiento en sus caderas, era su esposa diciéndole que podía continuar. Inició con un vaivén lento, sin dejar de besar sus labios; las uñas incrustándose en su espalda le indico que había tocado ese punto en su interior que tanto la enloquecía

Se animó a moverse cada vez más rápido, ambos llegaron al clímax al mismo tiempo; mientras trataban de controlar su respiración, se dedicaron a acariciarse mutuamente -¿Cómo te sientes?-

-Bien... Fue increíble, te amo tanto, Yong- susurró acariciando su mejilla, él se recostó en el colchón, dejando que su esposa descansara en su pecho

-Yo también te amo... ¿Sabes? El ego se eleva al saber que solo yo podré verte así-

-No sabía que mi esposo podría ser tan celoso-

-No lo soy-

-Es bueno saberlo, eso significa que todos los chicos de la aldea que me han invitado a salir estarán a salvo-

-Espera, ¿Qué? ¿Quiénes te han invitado?-

-Oh, no muchos. Jun, Kei, Luan...-

-Me parece que mi espada tendrá mucho trabajo cuando regresemos a casa-

-Mi amor...- susurró con una pequeña sonrisa mientras lo besaba, solo así lograba calmar su enojo -¿Una ducha?-

-Sostente, preciosa-

.

.

.

-¿Ya terminaron? Genial, muero de hambre-

-Muy gracioso, Mushu, solo te recuerdo que prometiste cuidar del o de los bebés que vengan-

-Sí, ya lo sé, pero vamos a comer. Se los suplico-

-¿Cómo es que un cuerpo tan pequeño puede consumir tantos alimentos?- comentó divertidamente mientras lo cargaba en su hombro

-Oye, le ayudo a tu mamá a cuidar a los más pequeños mientras entrena a otros niños. Sabes perfectamente como son tus hermanos, es un trabajo agotador-

-Lo sé, dragoncito-




Gatea13

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Gatea13

JouGlimer

jamesxzubac

zhaderoze

Mikeysano47

Asi continuamos, a la espera de que caiga una mugrosa lluvia de agua XD Ya se la saben, si quieren ser etiquetados solo escriban en comentarios sus opiniones, o denle su estrellita, tampoco olviden compartirla para seguir creciendo. Nos vemos el proximo viernes, bay!!

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