Once de octubre. Dos mil cuatrocientos kilómetros de distancia. Dos personas que no se conocen de nada. El sufrimiento que entrelazará el destino. Los fantasmas oscuros del pasado asechándolos. Dos corazones rotos.
Aquel once de octubre... Jules se...
Las paredes grises y frías parecían reflejar mi propia falta de emoción mientras los guardias me conducían al transporte que me llevaría a la cárcel. No sentía remordimiento por mis acciones, solo una sensación de superioridad ante aquellos que intentaba ecadenar mi libertad.
30 de noviembre de 2022
Me senté en el banquillo del acusado con una calma aparente. Observé con indiferencia a al jurado. Mi mirada se posó en mi víctima, su aura completamente desecha, como si un vampiro hubiese chupado toda su sangre. Cuando nuestros ojos se encontraron le sonreí siniestramente.
Cadena perpetua por homicidio culposo y agresiones agravadas.
1 de diciembre de 2023
Mi esencia permanecía inalterada. Mi mente retorcida era un laberinto sin fi buscando volver a alimentarme de su mirada llena de miedo y odio. Anhelaba oír su llanto desenfrenado. Volvería a su vida, porque necesitaba alimentarme de su temor.
—¿Vas a ayudarme? Me lo debes.
Él asintió a través del vidrio. Me debía su propia vida, era obvio que iba a ayudarme.
—Pues mueve tierra y cielo, abre el mar si es necesario, pero debes mandarle esto —ordené pasándole el sobre.
No me importaba arriesgar mi vida, solo quería ver sus ojos una vez más.
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