Capítulo XXXVIII You Don't Fool Me Parte VII

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Liam POV:

Después de que Aarón se fue de casa me percaté de que estaba vestido de una forma muy distinta a lo que él acostumbra, incluso tengo la impresión de que estaba con mucha prisa, como si su visita fuera más esporádica que siempre.

Si seré un completo gilipollas, a diferencia de mí, él si trabaja, es obvio que el tiene un horario estipulado, se predica con el ejemplo, supongo que a él no le gusta que sus empleados no lleguen tarde y aunque sea el jefe, pues debe ser muy estricto con sus tiempos y responsable, debo agradecer que haya hecho un espacio en su tan apretada agenda para venir a visitar a un simple ser humano como yo.

Con esas ideas voy a la cocina a prepararme algo de comer, era la hora de comer mi primera colación del día, y al ver el vaso de agua casi lleno que dejó Aarón me recrimino por ser un completo mal educado, mira que esperar que tu visita te pida algo de tomar, por gracia de los dioses mamá no estaba en casa, si no a esta hora tendría que estarme tragando un discurso sobre los valores que ella y mi padre me han inculcado.

Decido dejar a un lado todo esto y me concentro en picar un poco de jícama, pepino y mango verde para depositarlos en un plato y agregarle sal, limón y chile piquín.

Estaba terminando de espolvorear el chile sobre las frutas cuando mi cabeza regresa a filosofar, digiero toda la información que compartí con Aarón sobre Danielle y mi supuesto hijo, me recrimino de nuevo, mi hijo. Lo importante es lo que hablé con él, él como suele pasar, tiene toda la razón, tengo que empezar a ser padre desde ahora, eso es lo que un buen padre hace, en cuanto Danielle llegue le preguntaré cuando será su próximo chequeo y le propondré acompañarla, no creo que se niegue, al principio de todo esto, ella quería que yo viviera estos momentos con ella, así que no creo que tenga ningún problema con que ahora acceda a ello.

El sonido de unas llaves y la puerta abrirse interrumpió mis pensamientos, miré por la puerta de la cocina y era Danielle, lucía como recién bañada, y tenía una sonrisa de felicidad, cuando está en esta casa su semblante es muy diferente, pero cada que viene de chequeo trae un brillo especial en su mirada, definitivamente es cierto ese dicho que reza que las mujeres cuando están esperando muestran su cariño con sólo una mirada, seguramente su semblante se debe a eso, Danielle está muy ilusionado con su hijo, me golpeo mentalmente, quiero decir nuestro hijo. Salgo con el plato de frutas hacia donde ella va entrando.

-Hola Dan, ¿cómo te fue con la consulta? ¿cómo está tu... nuestro bebé?- le cuestiono lo más firme posible, pero fallo.

-Hola Liam, pero qué grata sorpresa, eso si es un milagro que te preocupes por la salud de nuestro hijo, él está bien, está en condiciones óptimas, será un niño sano, eso dice el ginecólogo- dijo con una sonrisa.

-Oh, Dan no me recrimines de esa manera, conoces las condiciones en que todo esto pasó, pero eso no quiere decir que no me preocupe la situación de ese pequeño ser, no soy una bestia, y quiero enmendar mis errores, me he dado cuenta que he cometido error tras error, y por eso quiero pedirte que la próxima consulta me permitas acompañarte, quiero conocer a mi bebé, quiero estar ahí mientras te hacen el ultrasonido- le pedí

-¿Qué?- tartamudeó nerviosa.

-Lo que escuchas Dan, en verdad quiero hacer esto, sé que te puede parecer sorpresivo todo esto, pero no estoy dispuesto a perder más tiempo del que ya desperdicié, no quiero seguir errando- dije

-Liam, esto es muy sorpresivo como dijiste, no sé si sea correcto, ya me había hecho a la idea de que yo me encargaría de todo esto, de ser yo quien se encargara del control médico, no creo que tu presencia sea necesaria, yo he venido haciéndome cargo y todo está bien, puede hacerlo hasta el fin del embarazo- dijo lo más tranquila posible, pero se le notaba a leguas lo nerviosa que estaba, incluso empezaba a sudar.

La Fuerza del Destino (Ziam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora