Capítulo XLII You Don't Fool Me Parte XI

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Liam POV:

A pesar de las pocas horas que tuve para descansar por todo lo sucedido en la madrugada, me encontraba completamente reconfortado, me sentía descansado, incluso más que los últimos meses, quizás esto es lo que se siente cuando dejas de cargar en tu vida con tantas culpas, tantos pesares, tantos sentimientos encontrados, no es que me encuentre perfectamente bien, pero a menos me siento mucho mejor, estoy infinitamente agradecido con todas las fuerzas superiores del universo por brindarme esta oportunidad.

Me encuentro tratando de acostumbrarme a la claridad del nuevo día, observo que junto a mí hay un cuerpo aún durmiendo, estaba casi completamente inerte, me hacía preguntarme si Aarón seguía con vida, porque a simple vista pareciera que no, un poco preocupado me acerqué de más a su cuerpo y al percibir que si respiraba sonreí, y me paré cuidadosamente de la cama, tratando de hacer los movimientos y sonidos menos posibles, salí de la habitación y cerré la puerta sigilosamente.

Afuera de mi habitación percibí distintos olores, pero mi preferido era el de la libertad, aunque no lo demostrara mi cuerpo lo necesitaba, sólo me faltaba uno más para ser completamente feliz, y si todo pasaba como lo planeado hoy mismo lo percibiría.

Bajé las escaleras y me fijé de la hora, eran las 10 de la mañana, y ya no faltaba mucho tiempo para enfrentarme con esas personas, sí quería hacerlo en las mejores condiciones debía darme prisa, sé que no sería la plática más amena o fácil que he tenido en mi vida, pero simplemente no puedo esperar más, y ni quiero.

Cuando pisé el último escalón me envolvió la alegre conversación que mantenían las personas que estaban desayunando, mamá encabezaba la plática, cosa que no me extrañaba en lo absoluto, mamá es uno de esos seres que emocionan hasta el más muerto, estoy casi seguro que revive a cualquier difunto con su buen humor. Fabi y Giuly le siguen el juego, se ven de lo más entretenidos, y no los culpo, una sonrisa se dibuja en mi rostro, quiero tomar este buen humor de mis seres más queridos como una buena señal, donde la vida me dice que esta es la actitud que debo tomar ante lo que viene que sin duda será muy bueno.

-Jovencito, ¿vendrás a desayunar con nosotros y a divertirte de paso o te quedarás ahí de expectante toda la mañana?- me reprendió mi mamá.

-Sólo estaba admirando lo bien que la estaban pasando, buenos días a todos- dije sentándome a lado de Giuly y regalándole una de mis más sinceras sonrisas, ella me sonrió inmediatamente, su sonrisa era muy hermosa.

-Buenos días- respondieron a coro.

-¿Y Aarón no vendrá a desayunar con nosotros?- preguntó Fabi.

-Estaba todavía dormido, no quise despertarle, seguro baja al rato- dije.

-Es imposible que con todo el desastre que nos tenemos aquí desde hace rato no se haya despertado, no cabe duda que es una roca durmiendo nuestro jefecito- dijo a modo de chiste Giuly.

-Dejen a ese muchacho tan bueno- lo defendió mi mamá.

-Se ve que no lo conoces- dijo burlándose Fabi.

-Mejor desayunemos que esto se ve delicioso- dije mientras daba la primer cucharada a los deliciosos chilaquiles de mamá.

-Todo lo que yo cocino es delicioso jovencito- dijo mamá enfadada.

-Sobre todo cuando decidiste cocinarme a mí- dije descarado.

-¡JAMES!- me reprendió mamá apenada.

-Jajajaja, mamá no me digas que semejante afirmación te ha apenado- dije burlón, y los chicos se reían conmigo.

-No te olvides que soy tu madre y puedo darte tus nalgadas todavía- dijo muy seria.

La Fuerza del Destino (Ziam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora