Este fanfic no sigue la misma línea temporal que la serie.
(Enemies to lovers)!!!!
Caroline tiene que pensar muy bien la idea que Klaus le ha propuesto, dejarlo todo para irse con él a Nueva Orleans y hacer una nueva vida...
O arriesgarse a que mate...
「 »Video Games- Lana del Rey« 0:50 ─〇───── 2:30 ⇄◃◃ ⅠⅠ ▹▹↻」
1.32am
¿Cuánto había pasado desde la cabezada que me había dado? lo que sí que podía ver e intuir es que seguía siendo de madrugada, el cielo estaba igual a cuando me dormí, lo que sí, es que no me movería, pasaba de que el rubio se enterara de que me había despertado.
Tenía un nudo muy denso en mi garganta y otro peor en mi estómago, quería llorar, quería volver.
Adiós a mi tierra, adiós a mi vida y adiós a mi pueblo... Después de tantos momentos en mi pueblo, mi infancia entre ellos junto a mi adolescencia, mis amigos, mi familia... en general todo, venía alguien y me lo arrebataba con tanta facilidad...
Nadie nos ha criado para una vida sobrenatural, todo estaba en paz y armonía hasta que llegó Stefan al pueblo... por lo que ahora me cuestionaba mientras observaba por la ventana el valle que había repleto de hierba de la cual ahora mismo solo podía apreciar montículos al ras del suelo de color negro; que alguien que lleva más de un milenio en esta vida me arrebataba la mía.
-Buenos días, amor, bueno, más bien "madrugada".— Con tono acaramelado, Klaus interrumpió el silencio y la tensión, que era tan grande que la tenías que cortar con un machete si querías entablar una conversación.—
No iba a hablar con él, me negaba.
-¿Sigues con el rollito Hello Kitty, muda? parece que no tengas boca, Caroline.— A pesar de la agresividad de sus palabras, no dejó ese timbre dulce con el que me había hablado antes. Se empezaba a oler que no iba a hablarle.—
No hubo respuesta por mi parte.
-Bueno, en fin, al menos agradéceme que no estás en el maletero metida con las maletas, atada de manos y pies y con una soga de verbena en la boca.— Por el rabillo de mi ojo pude ver como me miraba mientras decía aquello, al terminar de hablar volvió su mirada a la carretera.— Una vez veas Nueva Orleans no querrás volver Caroline, todo está lleno de arte, música, cultura... no te llevo a un sitio en donde te vas a morir del asco, como seguro que pensarás.
Esta vez se llevó mi atención, sí que le contesté.
-Ningún sitio será mejor que Mystic Falls.
-¡Por fin te dignas a mirarme y a hablarme!— su tono de sorpresa me asustó, había elevado la voz—.
-Deja de intentar convencerme de que estaré a gusto en un sitio al carajo de mi verdadera casa, me llevas solo por capricho porque he tenido que ser la persona en la que te has tenido que fijar. Mira que hay chicas en el pueblo y por desgracia me ha tocado a mi.— Mi timbre poco a poco fue cambiando de enfado a tristeza, no me iba a romper ahí frente a él, pasaba de que me viera llorando.—
-Porque eres distinta a las demás Caroline, ya te lo dije, estás llena de luz, eres pura como tú misma, eres buena y además tienes un caracter fuerte. Eres única.— Sonaba relajado a pesar de todo lo que le había dicho—. Me acuerdo del día en el que Tyler te mordió y fui a tu casa a salvarte, fue la primera vez que te vi y supe desde ahí que eras un ángel torturado, infravalorado... querido mal.
No quería escuchar su confesión ni mucho menos, no, me negaba, mi cabeza se negaba a dejarme escuchar aquello y a dejarme engatusar por él. Había sido capaz de hacer daño a mi madre, podía ser capaz de hacérmelo a mi.
-Deja de hablar, por favor, no quiero saber eso, no quiero saber lo que sientes por mi porque ya me ha quedado claro. Eres un egoísta que a cambio de tu felicidad has decidido arrebatarme la mía...— Se me escapó un leve sollozo de entre mis labios y enseguida devolví mi mirada a la carretera mientras me tapaba la boca, por si acaso otro sollozo se escapaba de entre mis labios.—
-No quiero que sientas eso, amor, por favor, en ningún momento he querido que sientas como si te arrebatase la felicidad... Tú misma me dijiste, querías viajar. A eso te llevo, si te pasas toda la vida en ese pueblo nunca tendrás oportunidad de ver el mundo. Roma, Venecia, Madrid... Londres, Praga, Atenas... te puedo llevar a cualquier parte del mundo.
-Quería ver mundo, sí, pero con mis amigas no mediante un secuestro.
-No es técnicamente un secuestro, has cedido a que te saque del pueblo.
-Perdona, técnicamente sí que lo es. Me has chantajeado con la vida de mi madre y amigos para sacarme de mi tierra madre, sí, sí que es un secuestro, es un secuestro disfrazado de lo que a ti te dé la gana.— Me había volteado hacia él para señalarle con mi mano izquierda, descargando el odio tan grande que sentía hacia él mediante la palabra.—
¿Debía tomar en cuenta que de un toque era capaz de arrancarme la mano?
-No me reproches lo que es o deja de ser una decisión mía, no te atrevas nunca Caroline.— Eso me hizo retorcerme de miedo en mi interior, pero mi orgullo era mucho más grande y no bajé la mano, ni la guardia ya tampoco los humos—.
-No me dan miedo tus amenazas, que me mates es lo menor que me puedes hacer después de todo lo que me has forzado a hacer solamente para tu beneficio personal.
Para mi sorpresa no habló, no me replicó ni contestó.
Rebajé mis humos para devolver la mirada al paisaje, no volvería a hablar, no hasta que él volviera a replicarme o a hablarme.
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