[2] Paid In Full: [ Chestappen/Perstappen ]

Capítulo XVIII

Max Vestappen 

Mis labios todavía hormigueaban. Me quedé mirando a Sergio, queriendo volver allí, arrastrarlo a mis brazos y besarlo hasta que explotara. Mi lengua se deslizó por mi labio inferior. Era como si todavía pudiera saborearlo. Necesitaba más.

"Max."

"Joder, ya voy", refunfuñé. "Sé amable con él", le dije a Logan.

"Estamos bien", dijo, agitando una mano.

"Mick, nosotros también te necesitamos", llamó Max.

Mi hermano parecía como si estuviera tratando de averiguar si realmente quería dejar el lado de su novio. Logan lo besó, le puso una mano en el pecho y luego se volvió hacia Sergio.

"¿Tienes algo de beber por aquí? Y no me refiero al agua".

Sergio se puso de pie de un salto. "Sí, te traeré algo".

"Yo también", llamó Kelly. "Me vendría bien. Voy a lavarme".

Mick y yo salimos al patio trasero junto con Chiristian Horner. Miró a su alrededor antes de cruzar los brazos sobre el pecho. Aquí viene la conferencia.

"Tienes que tener más cuidado, Max".

"Lo sé."

"¿Que estabas pensando? Incluso si tuvieras un problema con el chico, llévalo a un lugar tranquilo, no en medio de Silver Dreams".

Gruñí. "Lo sé."

"¿Tú?" Él chasqueó. "Estás actuando salvajemente últimamente, como si estuvieras perdiendo el control otra vez".

"No lo estoy", dije rápidamente, mi corazón se aceleró ante la idea de que él tuviera una idea equivocada. "Nadie va a decir nada. No quieren que se les asocie con un burdel".

"Bien, porque no quiero tener que llegar a esos extremos otra vez".

"Encerrarme no me va a mejorar", gruñí. "Y eso me hará parecer como si estuviera loco ante la familia".

"¿Que quieres que haga?" él mordió. "Hay mucho que puedo hacer cuando estás fuera de control. Ambos lo sabemos. Y no tomarás tus medicamentos".

"A la mierda esas cosas".

Odiaba los medicamentos. Siguieron intentando diagnosticarme una mierda, pero lo máximo que se les ocurrió fue un trastorno general del estado de ánimo y c-PTSD. Pero no dejaría que nadie me metiera en una maldita caja. Podían decir lo que quisieran. Estaba bien.

Todo el mundo está enojado porque no sigo las reglas. ¡A la mierda las reglas!

Caminé de un lado a otro. Moverse me mantuvo tranquilo mientras me movía hacia adelante y hacia atrás. Enloquecer y golpear a ese tipo no era la mejor idea, pero cuando Sergio me había alejado y ese imbécil fue quien desencadenó todo... no pude evitarlo. Dejé que mi temperamento se apoderara de mí.